Música En Ti (Yamiro)

Capítulo 8 - Algo más

Narra Yam.

Mi mamá abrió la puerta y casi hace que nos caigamos. Que acaba de pasar? Besé a Ramiro, no el me beso. Pero yo lo seguí.

-Ah si, má me esperas dentro?- Acomode un poco mi remera y mi pelo. Esto de nos iba de las manos - Qué fue eso?- le dije un poco tímida.

-Una despedida de nuestra amistad. No vamos a ser más amiguitos Yam, no puedo vivir así. Yam, yo te quiero y mucho. Ya no puedo verte como una simple amiga, nunca fuiste solo una amiga para mi.

-Ramiro yo.... no se que decirte. Me tomas por sorpresa. Mejor pasemos y hablamos más tranquilos.- lo tomé de la mano y subimos corriendo hasta mi habitación.

Ramiro se sentó al borde de mi cama, movia sus piernas, se tiraba hacia atrás y volvía a sentarse. Por mi parte iba de un lado a otro de mi habitación y pasando de mano en mano una pelota de tenis, la cual no se en que momento había agarrado. El suspiró, intentaba mirarme a los ojos pero yo lo evitaba, no quería mirarlo y perder el control de mi cuerpo.

-Bien, no querés que seamos amigos.- Dije sin parar de caminar.

-No es eso...

-Déjame terminar, por favor- interrumpi su interrupción, haciendo una seña con mi dedo indice. - No vamos a ser más amiguitos como vos dijiste. Ramiro estoy confundida, los besos me confundieron aún más. Por eso... no se como decirte esto .

-Yam me estás matando, voy a aceptar cualquier propuesta que me hagas. Pero quiero que sepas que no voy a parar hasta que me ames como yo a ti- Ramiro se puso de pie y me tomo las manos, yo seguía evitando su mirada. Solté su agarré y lo empuje para que se siente en la cama.-Que propones, ya que estás confundida, pero te gustó lo que pasó, No??

-Ramiro, si me gustó. Pero yo lo amo a él- No podía ni decir el nombre de Gastón, sentía que lo estaba engañando.- Mi propuesta es que sigamos adelante siendo más que amigos y menos que novios- me detuve justo frente a Ramiro que parecía estar procesando todo lo que le acabo de decir.

-Me estás diciendo que querés hacerme lo mismo que Gastón te hizo??- no podía descifrar su expresión. No sabía si estaba decepcionado o alegre.

-Si lo decís de ese modo suena feo, pero sí. Aceptas??- extendí mi mano para cerrar el trato. Él tomo mi mano.

-Acepto este juego hasta que te enamores de mi bonita. Pero dando la mano no se va a cerrar esto-.

De un tirón me llevo hacia él, estaba sentada de costado en sus piernas. Reconocí su mirada, era la misma con la que me veía el día en que lo invite a mi piscina y me vio en traje de baño. Ahora entiendo esa mirada.

Yo miraba sus labios y sus ojos que hacían lo mismo. Me tomo de la nuca y me acerco a el de manera brusca pero tierna. Y si... nos besamos como si no hubiera un mañana, sus labios se movían al compás de los mios y era hermoso. El beso no pasó a mayores porque sólo era para sellar el trato, y porque mamá estaba en casa, lo cual nos hizo saber eso gritando que estaba por entrar desde las escaleras.

-Estoy subiendo! Un escalón, dos escalones, tres escalones....- Mi madre es una payasa. Ramiro comenzó a reír, nos reíamos mientras seguíamos basándonos. Hasta que mamá llego al escalón número veinticinco.

-Pasa Mami. Ya nos vestimos- le dije mientras le daba un último beso a Rama.

-Yamila Elizabeth Sánchez que dijiste??- mamá entró rapidísimo y yo comencé a reír.-Sos un peligro hija. Ehhh Hola Ramiro- dijo corriendo mi cabeza que lo tapaba, no me había dado cuenta que seguía sentada sobre él.