Tenías que ser tú.

Mi primer día.

El ruido del despertador me sacó de mis sueños. Hoy empezaba mi último año de instituto y parecía una niña atacada de los nervios. 

Miré el móvil buscando el famoso mensaje que me mandaba Dani todas las mañanas: "Buenos días rubia, en media hora estoy en la puerta de tu casa". Me sorprendió bastante que ese mensaje no estuviera pero decidí no darle mucha importancia. Ah si, Dani es mi mejor amiga, tengo que hacer esta aclaración ya que mucha gente piensa que es un tío por su nombre, pero creerme, Dani no tiene nada ahí abajo colgando..Y si lo tuviera se le habría caído de tanto usarlo, ya me entendéis. Quiero mucho a Dani pero a veces se pasa con los chicos.

Me levanté de la cama y me fui directa a la ducha. La radio anunciaba las 6:30 de la mañana y todavía tenía que prepararme mentalmente para el año que iba a tener en cuanto pisara el instituto. Salí de la ducha y me planté delante del armario.

-Hoy no me vas a ganar, sé que tienes cosas que valen la pena, venga, venga..- Me repetía a mi misma mientras buscaba algo decente que ponerme. Afortunadamente, mi armario me dio un voto de confianza y encontré el conjunto perfecto: Unos shorts oscuros con una camisa atada a la cintura y una camiseta blanca en la que estaba escrito "I'm ready"..Deseaba sentirme como anunciaba mi camiseta pero algo me ponía nerviosa al pensar en este curso y no sabía el que. 

Bajé a la cocina para tomar algo pero terminé con solo un vaso de agua. Me terminé de arreglar y miré el móvil de nuevo para ver si Dani me había mandado algún mensaje pero no encontré nada.  Iba a llamarla justo cuando oí sonar un claxon en la calle, miré por la ventana y era ella..pero, no su coche. 

-Hey, que pasa nena? - Por cuarta vez, Dani había venido a recogerme en el coche de uno de sus lios y no sabéis lo irritantes que pueden llegar a ser.

 -¿Por qué no me has avisado esta mañana? - Le pregunté a ella ignorando el saludo de su acompañante.         

-Oh venga Sam, no te enfades..No te lo he mandado porque estaba ocupada - Y tras esa frase me guiñó el ojo y me sacó la lengua. 

Dejé pasar la situación y me puse los auriculares concentrándome en el sonido de Coldplay. Por cierto, me llamo Sam, para ser más concretos, Samantha Smith y soy una de esas personas que viven en su mundo y no tocan el mundo de otros. Vivo con mi madre y a veces duermo en casa de mi padre..Si, tengo una familia un poco peculiar, sobretodo cuando sabes que tus padres están divorciados y se acuestan a tus espaldas. 

 ¿Que como voy en el amor? Bueno, digamos que no soy de esas personas que destacan por tener muchos novios. La única relación que he tenido en mi vida fue en parvularios y él me dejó por otra niña con juguetes mejores que los míos. Quizá no tengo suerte en el amor o quizá, ese mundo, no esté hecho para mi. 

El frenazo del chico que conducía me sacó de mis pensamientos y me devolvió a la realidad. Hemos llegado al instituto.

 Salí del coche y respiré profundamente esperando a que mi mejor amiga me cogiera del brazo y entráramos juntas al instituto como siempre, pero igual que el mensaje de buenos días, no lo hizo. Me giré y la vi con el chico de la chaqueta de cuero besándose en el coche, bueno, morreándose. Puse los ojos en blanco y entré al instituto rezando por no encontrarme a nadie que no me apeteciera ver. Como de costumbre, Dios no me escuchó y noté como el capullo de Marco me miraba desde el otro lado del pasillo.

Marco es mi..bueno, no es nada para mi. El año pasado me enamoré perdidamente de el y me hizo creer que teníamos algo pero en realidad solo quería dejarme en ridículo delante de todo el mundo. Lo jodido es que lo consiguió, y desde ese momento me da asco.

Como era predecible, al lado suya estaba la asquerosa de su novia, Stephanie, ella ayudó a Marco con lo de "nuestra relación". Posiblemente, son las dos personas que más repugno en este mundo. Seguí andando recto sin mirarles, Marco me había hecho mucho daño y no quería que siguiera alimentándose de mi sufrimiento para divertirse con su novia.