Dulce.

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Adam acabó con el espacio que nos separaba dándome un beso, un beso dulce y lento. Quise recordar los besos de Marco pero los labios de Adam me distraían, nunca nadie me había besado con tanta ternura. El chico de pelo negro se separó de mi y me acarició la mejilla.

-Tengo que irme, vale? -Me miró con ternura y me dio un pico.- Ya nos veremos Sam. 

Y con esas palabras despareció. Me dejó tan empanada que no pude despedirme de él, había sentido algo muy especial con ese beso, algo que ningún chico me había transmitido y me encantaba. Adam era una persona muy transparente o eso parecía, pero en el fondo daba la impresión de que escondía toda su vida detrás de un muro y yo quería romper ese muro.

Volví a la cocina y entonces recordé que estaba comiendo pizza antes de que Adam me sorprendiera, sonreí como una idiota y tiré el par de trozos fríos que quedaban en el plato. Subí a mi habitación a engancharme a Netflix pero el timbre de la puerta volvió a distraerme.

Bajé deprisa esperando que fuera Adam diciendo que se quedaba conmigo más tiempo pero, al abrir la puerta me sorprendió un agente de policía. 

-¿Samantha Smith? 

-Sí, soy yo. ¿Ha ocurrido algo?- No entendía nada de lo que estaba pasando pero no me gustaba nada esto.

-¿Conoce a esos dos chicos que van en mi coche? -El policía se apartó un poco dejándome ver quien estaba en el coche, y entonces le vi. Marco estaba en el coche con Adam, ese chico intentaba joderme la vida.

-Sí, los conozco, ¿que ha pasado? -Necesitaba que me diera alguien una respuesta pero me dio la impresión de que el hombre que estaba en mi puerta no lo iba a hacer.

-Necesito que me acompañe a comisaría, allí aclararemos todo mejor. 

No me dio tiempo a coger nada de mi casa pero no me importó, cerré la puerta y me subí al coche al lado del agente. Miré por el espejo a Adam y bajó la mirada, sé que el no ha tenido culpa de lo que Dios quiera que haya pasado pero, igualmente, estoy enfadada y decepcionada, sobretodo decepcionada.

El trayecto se hizo corto, más de lo que pensaba que se haría ya que nadie pronunció palabra. Me bajé del coche sin mirar a ninguno de mis acompañantes y entré en la comisaria, me senté y aparecieron Adam y Marco esposados al lado del agente que había tocado a mi puerta minutos antes. 

-Acompáñenme a mi despacho, allí podremos hablar tranquilos.

Al llegar yo fui la última, así que cerré la puerta y me quedé de pie esperando a que alguien me explicara que estaba pasando. 

-Bueno, señorita Smith, se preguntará que está pasando, me imagino. -Asentí lentamente y miré a Marco de malas maneras. -Pues bien, yo iba paseando tranquilamente por su calle con mi coche, escuchando un gran tema de los Beatles, ¿le gustan los Beatles?

-Los Beatles son geniales -Hice una sonrisa fingida y seguí escuchando al agente.

-No le llevaré la contraria señorita. -Entonces el agente se sentó detrás de su mesa. -Iba super de buen humor y entonces vi algo que convirtió mi buen humor en un enfado de la hostia señorita Smith. Este chico -Señaló a Adam- salió de su casa 10 minutos antes de que yo la volviera a molestar, cierto? -Asentí preocupada- Pues él -Señaló a Marco- Estaba esperándole en su misma puerta para pegarle una paliza del siglo en medio de la calle. Y ahora me dirán, ¿cual es la maldita razón para pegarse de esa manera a las cuatro de la tarde en una calle pública?

Me quedé en shock, no entendía la razón por la cual Marco pegó a Adam y menos por qué estaba Marco en la puerta de mi casa. 

-Señor agente, yo no sabía que él estaba allí esperándome. Yo salí de casa de Samantha y me lo encontré, me dijo que que hacia en casa de su "coñito" y no me dio tiempo a contestar, me dio un puñetazo y caí al suelo -Dijo Adam pidiéndome perdón con la mirada -Siento mucho el escándalo montado, y siento más que Samantha esté aquí viéndome así.

Tenías que ser tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora