Capítulo 4.

41 3 2
                                    

12:00 p.m.-Egipto.
La noche calló en el largó día de trabajo para los hombres, se la habían pasado escarvando el lugar, no se atrevian a entrar todavía pero seguían pensando en los cadáveres desaparecidos. A las afueras el frío del desierto dominaba por la noche, algunos hombres dormían en tiendas que ellos habían hecho, otros no tenían donde ocultarse del frío, y otros se acurrucan frente al fuego de una fogata haciendo guardia bajo la luna. Hablaban de los hechos ocurridos en el día. Mi padre estaba todavía despierto dentro de su tienda meditando sobre todo lo que había sucedido, durante las últimas horas tuvo que calmar a los trabajadores alarmados, su amigo claro no fue de mucha ayuda, aún así la situación no era muy agradable. Se recarga en su silla afrente de su mesa llena de láminas y libros alumbrados por una lámpara, a un costado tenía un retrato mío.

-¿Por que pasa ésto?¿por que ahora?- se talla la cara con las manos y endereza su postura soltando un suspiro. Luego observaba mi retrato, lo toma con delicadeza viéndome a los ojos-Mi pequeña niña- decía pasando sus dedos por la fotografía con ternura.
-Aún no te duermes- llegando su amigo.
-No debería pasar esto, que esta mal-dice aún con mi retrato.
-

Aquí entré nos- buscando en el lugar- creo que nos ganaron y tratan de echarnos- encontrando una botella de whisky.
-No creo que encuentren algo aquí.
-Entonses ¿por que estamos aquí?- abriendo la botella- es por ella ¿verdad?-señalando mi foto.
-Sabés porque estamos aquí-parandose- por los secretos que se esconden en las arenas del desierto.
-¿No pudiste elegir otro habitad?- apunto de empinarse la botella.
-No- quitándole la botella de las manos- y te quiero al cien porciento.
-¡Por favor!- quejándose.
-No sabemos que puede pasar.
-En serió dudó que pase algo peor que unos muer...
-¡¡AAAAA!!
-Y ahora que- dijo fastidiado Jonathan antes de salir de la tienda con su arma.
Cuando salé los hombres están más que despiertos, luego se oye otro grito al otro lado del campamento, luego otro al norte y otro al sur, cuando Jonathan ve algo moverse a lo lejos como una sombra, luego otra sombra del otro lado seguido de un grito, luego otra, y otra, pronto los gritos se esparcen por todo el campamento.
-¿Que está pasando?- pregunta mi padre saliendo de su tienda.
Su amigo le señala que se quede quietó, los gritos y las sombras cesaron. Solo se escucha gritos de una tienda a cinco metros de ellos.
Se cruzaban las miradas esperando ver quién se atrevería a explorar.
Jonathan se acerca con unos hombres al lugar, el ruido se ase mas fuerte así como sus nervios. Cuándo llegan alzan las cortinas de la tienda y se inmobilizan por lo que la luz de la luna alumbra adentró: una bestia enorme cubierta de pelo como melena devora a un hombre muerto bañado en sangre. De pronto esta se da cuenta de sus espectadores y suelta un rugido. Los hombres se aterran mas cuándo mas rugidos parecidos retumban en el aíre.
-¡¡Corran!!
De pronto mas bestias parecidas salen de las sombras y se abalanzan sobre los hombres que acompañaban a solo Jonathan escapa perseguido por una.
-¡Parker corre!
Mi padre ve e y obedece la orden, no tarda su compañero en alcanzarlo y con los pocos hombres que quedan huyen. Pronto mas bestias aparecen atacando el campamento, por dondequiera los hombres huyen de ellas, están tan aterrados que no se atreven a verlos directamente, algunos consiguieron algún arma con la que se defienden, pero es vano. Mi padre empieza a correr forzosamente del cansancio hasta quedar exhausto y tropieza, sus compañeros no voltean dejándolo solo en medio del terror, los que fueron alcanzados gritan del dolor antes de que las bestias acaben con sus vidas. Mi padre trata de pararse con sus pocas fuerzas que le quedan hasta que se da cuenta que una de esas bestias esta atrás de el, se limita a voltear a verla inmobil del miedo, la bestia empieza a caminar alrededor de el, mi padre no se mueve, pero si observa a la criatura detenidamente: caminaba en cuatro patas y tiene la cabeza en alto con la espada recta, su piel es clara, pero en su cabeza abunda una melena oscura, su cola es larga con una pelusa en la punta, sus ojos brillaban con el reflejo de la luz de la luna, y sus fauces mostraban sus enormes colmillos manchados de sangre. La bestia se detuvo enfrente de el y mi padre contemplo en su totalidad aquel monstruo que causaba tanto caos: un león, o mejor dicho, una manada. Ahy mi padre se dio cuenta de que estaba pasando. Una cacería. Los hombres estaban enfrentandose a animales mas grandes, mas fuertes y mas rápidos. Pero esté animal ignoro a mi padre y fue sobre otra presa, mi padre simplemente se dejó caer rodeado de la masacre de todo un campamento.

Reencarnación (pausada permanentemente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora