capitulo 7

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  ''¿Cómo puedes juzgar algo que no conoces?''

 Habían pasado tres días desde la pelea con Christopher, y él no había mostrado ningún interés para que fuera a la maldita fiesta. Y en todo caso, mejor para mí. Cambiando el tema, ayer hablé con la Profesora Smith, y me aconsejó que fuera con un especialista; Le estuve hablando sobre lo que pensé, y ella piensa quesufro algo así como 'depresión' y puede que sea verdad, porque busque los síntomas y algunos eran idénticos a mis cambios de humor o... que se yo. Pero enfin, prefiero que algún especialista me diga la verdad.

 Desperté algo desorientada, con la vista borrosa y sequedad en mi boca. Pero no me importó, tan solo me levanté sin ganas de nada y sueño, me dirigí al baño, e hice mis necesidades. Luego me lavé el cuerpo, no tenía ganas ni tiempo para bañarme. Eso sí, hice una coleta alta para que mi pelo no se mojara.

 Salí con una toalla enrollada desde mi pecho hasta unos tres dedos arriba que la rodilla. Mis piernas estaban con unos pocos moretones que ya iban desapareciendo y eso me gustaba, así nadie notaba el daño que me hacía a mí misma. Me cambié con algo normal, la misma ropa típica y cómoda en mí. Paraluego sacar la coleta y dejar mi pelo suelto, luego le eché –a mi pelo-, aceite para que se viera... por lo menos, brillante. Salí de mi habitación para bajar al primer piso y tomar un poco de jugo de naranja. Salí de mi casa cerrando la puerta levemente, y sacando mi cajetilla de cigarros con el encendedor. Prendí uno y empecé a caminar con algo de apuro.

 El día estaba nublado y con harto viento, eso me gustaba. Dejaba que me sintiera fresca y sin preocupaciones; aunque no fuera así.

 Al rato llegue a la secundaria y con temor a que me hicieran algo, pasé lentamente por el lado donde más gente había; Error. Me tomaron por los hombros y me golpearon contra el casillero.

 –Así que, ¿andas con novio, pulga fea? –Preguntó Andrea, otra de las enamoradas de Vélez. Sus facciones demostraban odio, ¿acaso estaría enamorada de Richard también?

 –N-no. –Tartamudeé indefensa, tratando de zafarme de su agarre; pero aun así, me sería imposible, sus amigas estaban vigilando por atrás.

 –¡Mentirosa! –Gritó y me volvió a empujar contra el casillero, haciendo que doblara mi espalda por el dolor. Maldita sea.

 –Hey, suéltala... ¡suéltala! –Se escuchó un grito de la Señorita Smith, cómo siempre... era mi salvación. Andrea  la miró indignada y me soltó para marcharselo más rápido posible. Haciendo que me retorciera del dolor. –¿Estás bien, querida? 

–Sí, gracias... otra vez. –Respondí, dándole una cálida sonrisa. El timbre ya había empezado a tocar.

 –¿Qué te toca ahora? –Preguntó ella, frunciendo el ceño por su interés. Sobaba mi espalda cálidamente, a ella... la podría nombrar como mi madre; me gustaría que me adoptara.

 –Uhm, Física. –Volví a responder, acomodando mi mochila para dirigirme a la sala. 

–Está bien, cualquier cosa, me avisas. Ni lo dudes. –Musitó y sonrió, soltándome para que pudiera avanzar. Me sentí feliz, como siempre me sentía cuandoestaba con ella. En fin, me dirigí al laboratorio donde siempre nos hacían las clases de Física, o la mayoría.

 Las mesas eran largas, cómo para máximo 8 estudiantes, siempre me sentaba en un rincón de esa mesa y lo hacía todo sola. El profesor me entendía, así que ningún problema. Saqué mi libro y estuche, empecé escribiendo a fecha y lo que el profesor dictara. Para luego hacer las aburridas actividades sin sentido.

 Sentí la silla que se encontraba al frente mío moverse, un ruido molesto. Levanté la mirada sin ganas y vi a Richard que llegaba atrasado. Me sonrió y empezó asacar sus cosas y hacer las actividades.

 –¿Lo hacemos juntos? –Preguntó recorriéndome con la mirada, poniéndome nerviosa. Su rostro se veía calmado, pacífico. 

 –Siempre lo hago sola. –Respondí, tratando de no sonar cortante y tan solo decir ''no'', quizá me comprendería así.

 –¿No habría alguna excepción? –Volvió a preguntar, haciendo un puchero tierno. Sonreí por su expresión facial. 

 –Uhm... 

–¡Por favor! –Rogó interrumpiéndome, poniendo sus manos juntas bajo su pera. Frunciendo el ceño al mismo momento. 

–¡Está bien! –Exclamé convencida, él me sonrió y se sentó a mi lado, besándome la mejilla y ruborizándome. 

–¿Sabías que te vez muy guapa hoy, cómo siempre? –Preguntó, haciendo que una sonrisa inconsciente se apoderara de mi rostro y un escalofrío recorriera mi cuerpo. Sin duda este chico se estaba ganando mi cariño.  

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OMG!! RAYITA Y RICHARD!! <3

&quot;Depression&quot;- Christopher Vélez y Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora