"Depression"- Christopher Vélez y Tú.

Capítulo 44

  "Estoy cansada que todos me digan que lo de adentro es lo importante cuando no es así...''

 (Punto de vista de Christopher)

 Sonreí alegre y la abracé con cuidado. Un nuevo tema de conversación se me vino a la mente, y empecé a hablar. 

—¿Te acuerdas de qué el baile de primavera será el próximo sábado? 

—¿Ah? —Elevó una ceja, curiosa. —¿No se suponía que había sido como hace un mes? 

Reí fuertemente y negué con la cabeza, divertido. 

—Se suponía, pero no, ¿no recuerdas que lo cambiaron por un problema técnico del establecimiento? —Pregunté y rió levemente. 

—No lo sabía, tampoco me interesa. —Respondió y parpadeó levemente, asintiendo. 

—Ése día es tu cumpleaños. —Susurré, recordando.

 —Literalmente en dos días, Christopher. —Suspiró y asintió. —No me interesa, cumplir un año más es lo mismo de siempre. 

—Ésta vez te divertirás. —Confirmé seguro y ella me miró asustada, negó con la cabeza y se tensó. 

—¿Piensas llevarme al baile de primavera? —Preguntó. Asentí sonriente y le guiñé un ojo. 

—¿Por qué quieres perder tan rápido tu reputación? Eres un bad boy, playboy o como quieras llamarle. —Rió sin gracia. —Mejor esperar qué termine el año, y podremos seguir siendo amigos. —Hizo comillas con los dedos. 

—¿Perderla? No la perderé, nadie puede contra mí, aunque suene egocéntrico. Ya me gané el puesto, todos los demás pueden ser populares o de mi grupo, pero no tienen el poder como para superarme, si es a lo que te refieres. 

—No me refiero a eso. Me refiero a que hay muchas chicas bellas en la secundaria, disfruta. —Hizo una pausa, volviendo a suspirar. —Si te juntas conmigo, perderás popularidad. Las animadoras sólo son interesadas, y si pierdes popularidad, perderás su atención. Es algo así a lo que me refiero. 

La miré con atención y me quedé en silencio. 

—Luego lo pensaré, ahora no importa. ¿Aceptarías ir conmigo? —Pregunté nervioso, jugando con mi cabello. Esperaba un 'sí' como respuesta. 

—No iré, Christopher. No es que no quiera ir contigo, todo lo contrario, tú me conoces, amaba las fiestas. Ya no, prefiero quedarme en casa. Aparte te conozco, no te resistirás, y te tirarás a cualquier chica con tal de satisfacer tus necesidades. 

Me quedé incrédulo, ¿ésa era su perspectiva de conocerme?, pues sabía mucho. Aunque con ella no tenía pensado ser así, me quedaría a su lado toda la noche si fuera necesario, pero no la dejaría sola. 

—Puede que tengas razón, pero esta fiesta será diferente. No será en la casa de ningún tipo, no habrá alcohol, cigarros, nada divertido. 

—De igual manera pienso quedarme sola en casa. —Insistió, mirándome fijamente. Enarqué una ceja, y explicó—: Es triste, pero aveces la soledad es tu mejor compañía.

 —No me refería a eso. —Sonreí. —Tómalo como una oportunidad, podemos comenzar todo de nuevo, ¿sí? 

Me miró con una sonrisa en su cara, y se quedó en silencio. Esperaba su respuesta con paciencia, a pesar de que los nervios me consumieran.   

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