- ¿Que haces aqui? - cuestione molesta.
- Vaya, pero si es la chica de Joshua Dun - sonrió maliciosamente.
Mis pensamientos comenzaron a inundarse intentando saber porque el destino decidió traerme a mi casa y para colmo que el chico moreno de piel blanca y ojos verdes estaba aquí, presente, ante mis ojos con esa mirada de antes.
- Contesta - órdene.
- No te importa - note que su mirada bajo a sus pies.
- Entonces largate - con mi brazo señale la puerta sin mas.
- ¿Y porque deberia hacerte caso? - se acercó - Ni que fueras mi patrona -
Ver su altura remarcada me hizo retroceder, entonces se comenzaron a escuchar los tacones de mi madre, ambos miramos a la puerta en reacción de molestia.
- ¿Que pasa aqui? - dijo en la puerta.
- Nada - contestamos ambos.
- ¿Harry ya terminaste como para que estes platicando con mi hija? -
Sus ojos de pronto se fijaron en mi con asombro, después devolvió la mirada a mi madre.
- No - contestó.
- Pues termina, y tu Audrey no lo distraigas por favor y ven a cenar - dijo finalmente y se marchó.
Mire a Harry con burla mientras notaba su sonrojado leve.
- ¿¡Trabajas como sirviente para mi mama!? - reí.
- Que te importa - gruño y se dirigió de nuevo a la bañera.
- A Josh le interesara esto - me recargue en el marco de la puerta.
Volvió a ponerse en postura y me miró con gran enojo.
- No digas nada que no te importa -
- ¿Como sabes que no me importa? -
Con tuvimos miradas frías en reto.
- Eres una maldita -
- Si, lo soy -
- Al igual que ingenua - susurró.
- Discul... - fui interrumpida por mi madre llamándome.
El río y volvió a ponerse en cuclillas limpiando la bañera.
- Creo que te llaman -
- Idiota - salí de la habitación y baje las escaleras.
Dirigiéndome al comedor se encontraba mi padre ahí 《 ¿Pero en que momento llego? 》 pensé al no haber escuchado el mas mínimo ruido o tan solo su voz grave.
- Hola hija - dijo con entusiasmo mi padre al verme.
- Hola papá - dije recibiendo su abrazo.
- Ya te extrañabamos en esta casa -
- Se nota... - dije dirigiéndome mi mirada a mi madre.
Ambos tomamos asiento y comenzamos con la cena. Observándo la comida con asco comencé a presionarla con el tenedor, era caracol relleno de pasta.
- Que asco - susurre.
- Audrey ne harías el favor de dejar de jugar con la comida y comerte tus caracoles - dijo molesta.
- Pero mamá, no tengo hambre -
- La verdad ni yo amo... - comenzó mi padre.
- Pero tienes que comertelo - interrumpió mi madre.
ESTÁS LEYENDO
Tan Solo Eres Mi Juguete #Jøshdun
Teen FictionEs ese momento, donde te arrepientes de haber querido experimentar el amor, ese momento, en el que ruegas por desaparecer del mundo, ese momento en el que me arrepiento de haber tomado tu mano y aceptar ese estúpido acuerdo. Como fue que te conocí...