Tan Solo Eres Mi Juguete #Jøshdun

Capítulo 22

Narra Audrey.

Por fin en el cine, decidimos ver la película " 12 horas para sobrevivir ".

Me encantaban ese estilo de películas, suspenso, acción, romance y poca comedia, perfecto simplemente.

¿Pero a Tyler le gustaran ese tipo de películas? ¿O solo la eligió porque a mi me gustan? .

Comenzaba a preguntarme.

– Y bien, ¿un combo o...unas palomitas y dos refrescos apartes? – me preguntó.

Observé los precios y comencé a hacer cuentas, no tenía el dinero suficiente en este momento, pues mi monedero se había quedado en mi recámara.

Además no quería aprovecharme de el como para que pagara todo.

– Algo barato, supongo – sonreí.

– Dejadme adivinar, como es nuestra primera cita...digo... – noté un leve rubor en el.

–  Nuestra primera reunión de amigos – aclaró su voz – Te sentirías mal si pagara algo demasiado caro – arqueó las cejas.

Me sonroje.

– ¿Que? – desvíe la mirada y me crucé de brazos – ¿Como crees? – me sentí avergonzada.

– Tranquila – guiño el ojo.

Lo mire.

– Debiste sentirte así cuando compramos esos collares – río.

Me sonroje aun más.

– ¡Idiota! ¡No me hagas sentirme mal! – le agite la cabeza.

– Ya pues ya – río – Mejor ya no te digo nada, porque eres capaz de aventar me por la rampa con la silla de ruedas – volvió a reír.

– Pues es una buena idea – sonreí.

– Si – sonrió.

Pero entonces, su cara se transformo a una confundida. Lo mire tiernamente. Pero después su mano comenzó a elevarse lentamente apuntando a algo.

– ¿Tyler? –

Pero no contestó.

– ¿Tyler? – volví a preguntar – ¿Que pasa? –

– ¿El chico de allá... no es el que estaba junto conmigo cuando Josh te llamó aquella noche...? –

– ¿Quien? ¿Meison? – entonces mire al mismo ángulo que el.

Mierda si es el.

Pensé.

Mi corazón comenzaba a acelerar se. Y aún mas cuando nos miró a ambos y sonrió de oreja a oreja. Ya no eran nervios. Si no incomodidad.

– ¡Demonios Tyler desvía la mirada! – mire las taquillas.

– ¡Cierto! ¡Cierto! – dijo igualmente incómodo.

Escuchamos que gritaba mi nombre.

– ¿Viene para acá cierto? – pregunte.

– No lo se, no quiero verlo – contestó.

– ¡Vamos solo para que cheques si viene o no! –  insistí.

– ¡Checa tu! ¡Tu eres su novia! –