Capítulo 1

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--Les tenemos que anunciar algo--Dijo Rose, levantándose y parándose frente a todos sus primos--. Scorpius...

El nombrado se puso junto a ella, nervioso.

--Estamos saliendo.

A Albus le dio un vuelco el corazón.

Aquella noche los chicos compartieron habitación como de costumbre y las chicas hicieron lo mismo; Hugo estaba agotado y se durmió primero, James, por ser el mayor, durmió en su propia habitación, mientras que a Scorpius y Albus, principalmente por ser mejores amigos, los habían enviado a la habitación de éste último: Scorpius estaba contemplando el collar que Rose le había regalado, teniendo ella uno identíco, con los cuales, al juntar ambos dijes de corazón, se formaba la frase "Te amo". Albus, por su parte, intentaba conciliar el sueño lo más pronto posible, para darle un descanso a sus enredados pensamientos.

De repente, Scorpius se volteó hacia él y lo miró fijamente. Albus pudo contemplar aquellos ojos grises que tanto lo perseguían por las noches, gracias a la tenue luz que se colaba por la ventana.

Su voz rompió el silencio.

--¿Qué sucede?--Preguntó, algo nervioso por la mirada de su amigo.

--Al, ¿Puedo pedirte un favor?--su voz sonaba seria y algo vergonzosa.

--¿Qué sucede?--Preguntó nuevamente, acomodándose para escucharlo mejor.

--Es sobre Rose-Albus sintió como un liquido amargo le subía por la garganta y tuvo ganas de gritarle a su amigo, pero se contuvo, pensando que era ridículo sentirse de tal manera, , por que, bueno, Scorpius no tenía la culpa de que a él le gustase.

--¿Qué hay con ella?

--Ya sabes..., ella y yo jamás nos hemos besado--murmuró, evitando su mirada.

--¿Y eso qué?--preguntó Albus, impaciente del silencio de su amigo y sabiendo, aunque no con precisión, que era lo que venía después.

--Ella espera, probablemente, que lo haga este año y nunca besé a nadie--Scorpius miró hacia su amigo unos segundos, e incluso a pesar de la oscuridad que los rodeaba, Albus vio sus mejillas coloradas--. Me da miedo hacerlo mal.

--De eso se trata--espetó Albus, obvio, y algo molesto--. Me voy a dormir.

--Espera un segundo.

--¿Qué?

--Yo..., bueno, ya sabes que me gusta Rose, ¿Si?

Albus cerró los ojos con fuerza, ya que cada palabra que salía de los labios de Scorpius le dolía. Aquella amargura en su pecho había aumentado y, si no quería gritarle y enojarse con Scorpius sin razón, sería mejor que se durmiera ahora. Pero, lamentablemente para Albus, el rubio se deslizó un poco mas, invadiendo el poco espacio personal que le quedaba y cualquier pensamiento coherente en su cabeza se eliminó enseguida.

Casi se estremeció al sentir las manos de Scorpius aferrándose a la camisa de su pijama.

--Acerca del favor que quería pedirte...--él otro tragó saliva, visiblemente nervioso--, bueni, es algo que solo a ti podría pedirte.

-Dimelo ya y déjame dormir--dijo impaciente, deseando cerrar los ojos y lamentarse en silencio, sin nadie hablando o molestandole.

--Quiero besarte.

Se separó de su amigo, creyendo que había sido su imaginación.

Se sintió algo tonto, ya que se le quedó allí mirándolo, pero la cabeza había comenzado a darle vueltas, pensando en la razón de que su mejor amigo le haya pedido eso y por que el no podía negársele. Ósea, el chico probablemente lo había dicho de broma (o eso esperaba Albus), pero, a pesar de eso, estuvo a punto de deslizar un Sí por su lengua, a punto de soltarlo, sin siquiera pensarlo dos veces.

Nervioso, se echó hacia atrás.

--¿De qué hablas?--Albus movió un poco la cabeza, como si así pudiera eliminar todos los pensamientos.

-Eres mi mejor amigo, no podría pedírselo a nadie mas: quiero aprender para Rose, por favor--agregó--. Quizá, de esa forma, no quede como un idiota cuando llegue el momento.

--No, no puedo hacer eso, ¿estás loco?

--Solo ayúdame...

--¡No!, mejor besa la pared, la almohada o... lo que sea--Scorpius hizo un puchero--. Además, seria como una especie de traición a Rose.

--No lo veas así, Rose..., bueno, sería como para ella, indirectamente, así que...

--No puedo hacerlo--insistió Albus, aunque un murmullo se alzó en su cerebro, comenzando a romper las barreras que había puesto tiempo atrás.

No debía de hacerlo, lo sabia, y no solo por que su prima se encontraba en el miedo, pero lo había deseado por tanto tiempo...

--Puedes pedirme lo que quieras, te lo daré a cambio, solo necesito que me ayudes con esto.

--¿Lo que quiera?--susurró Albus, lamentando el hecho de que, incluso ahora que se encontraba resistiéndose, sabia que iba a hacerlo, haría lo que sea que Scorpius le pidiese.

--Si, Por favor.

--Bien.

Albus respondió aunque se arrepintió inmediatamente de su respuesta; él sabia que Scorpius le gustaba, pero nunca se le había ocurrido besarle, y mucho menos si éste está de novio con Rose. Reaccionó cuando Scorpius llevó una mano a su mejilla. Se miraron a los ojos unos segundos y se acercaron lentamente.

A penas se dieron un simple roce de labios, pero Albus se alejó de inmediato, sintiéndose casi enfermo.

--Creo que no está bien así--Scorpius se sonrojó.

--Tal vez si cerramos los ojos...--sugirió Albus, incomodo.

--Ehh, está bien--aceptó--, ¿entonces otra vez?

--Supongo.

Ésta vez, Scorpius dio el primer paso, llevando una mano a la mejilla de Albus y acercándose nuevamente. Se sintió diferente, ambos notaron, ya que era como si hubiesen reunido el valor para hacerlo.

Albus supuso que se trataría de otro roce, así como la vez anterior, pero se sorprendió al momento en que Scorpius se mantuvo más tiempo, moviendo sus labios de tal manera que Albus no pudo hacer más que seguirlo.

Albus se separó por falta de aire, alejándose tan rápido como le era posible e intentando no mirar a su amigo a los ojos.

Scorpius notó que su mano se encontraba, así como gran parte de su cuerpo, inclinado hacia el otro, casi llegando a tocarle la zona de la entrepierna.

Se sonrojó violentamente.

--Está bien así--Albus dijo, dándose la vuelta y pensando en que, con la emoción que bailaba en su pecho, no podría dormirse hasta dentro de un par de horas.

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El amor que llevo dentro (Scorbus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora