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Hoy, en pasivos anónimos:

Hoseok entro lentamente al estudio, su hyung y Nam estaban sentados en la computadora. Notaron el ánimo bajo de Hobi y se acercaron a él. El puchero de Ho tembló y los abrazó.

Se sentaron en un piso en el círculo.

—Hola, mi nombre es Hoseok.

—Hola Hoseok —contestaron los dos.

—M-mi...mi confesión...es que, yo... —tomo un respiro—, deje que...un alíen me la metiera...

—¡Oh! —Nam cayo desmayado y Suga se alejó hasta quedar en una esquina horrorizado. Hoseok miro el piso con pena.

—Y me duele el culo —lloro a moco tendido.

Duras declaraciones.

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De: tu bella durmiente

<•>

Jin intento ser lo más silencioso posible al entrar al departamento, en serio que sí, y no fue su culpa que esa silla se cruzara...y luego que chocara con la puerta, que le pegara al perro de Suga, y pisara accidentalmente los juguetes de Kook que siempre deja tirados por todos lados. Intento ser silencioso, lo jura.

Ni el sabe de donde salio la sirena de auto.

—¡Callate, callate, callate! —murmuraba desesperado y logro apagarlo. Suspiro aliviado.

—¿Jin...? —Nam se asomó por de su cuarto, sus ojos medio cerrados y su cuerpo solo con un pantalón de tela. Tallándose los ojos salió a la sala, al ver que efectivamente era su novio su expresión tomo un aire más serio; labios fruncidos, ojos entrecerrados.

Seria amenazador si no tuviera el pelo parado y se le dejara ver que usaba los boxers de leopardo rosa que Jin le regalo en su cumpleaños.

Una pequeña observación de Seokjin, nomas.

—Moni, en serio lo lamento, tengo explicación para todo —el mayor se acercó a él y Nam se cruzó de brazos—, el celular lo perdí por un bobo perro que tenía la rabia, y casi me mordió, pero yo saque la chancla a tiempo y le di, y también moría de hambre, incluso pille unos conejos y pensé en comerlos asados pero me acorde de Kook y me dio pena y...

—¿Así que con Ken, eh? —observo el moreno, su cara sin ninguna gracia, sus labios casi haciendo un puchero.

Jin abrió sus ojos y cayó en cuenta que Nam no estaba muy enfadado porque no llegara, fue por Ken.

Tapo su boca con una mano, soltando bajitas risitas de limpia vidrios.

—¿De qué te ríes? —se quejó Nam y de un segundo a otro se vio siendo levantado por los brazos de Jin, que si bien de mente tenia lo diva, de cuerpo era bien fuerte. Tomo a su novio con una sonrisa juguetona en sus labios, las piernas a cada lado de las caderas mayor mirándole con expresión de "serás mamon".

—Estas celoso —rio Seok.

—No lo estoy.

—Lo estas.

—Que no.

—Ayer con Ken...

—¡¿Cogieron, cierto?! ¡Seguro él se te puso en cuatro todo abierto como put...

—¡Estas celoso! —se carcajeo el castaño y beso al menor, este lo miraba mal aun y no correspondió—, a Moni, no te pongas así, yo no quiero a Ken, es solo mi mejor amigo, deja de pensar cosas así —acaricio su espalda baja con esos chuecos dedos que tenia.

Las pasivas se rebelan [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora