One-shots Harry Potter

NAVIDAD

La nieve caía desmesuradamente y el frío se apoderaba del humilde hogar de la familia Weasley. Sin embargo por mucho frío que hiciera, todos los Weasley mantenían una sonrisa en los labios, además esta Navidad era la más pacífica que jamás habían tenido. Una castaña leía un libro de cocina de galletas, bueno leyendo...su novio estaba cada cinco segundos tratando de besarla o comer algún ingrediente de la receta.
-¡RONALD! ¡Contigo no se puede cocinar! -lo regañó la joven castaña cruzándose de brazos
-Lo siento Hermione...es que es inevitable y tengo hambre de comida y de tus labios -dijo riendo el pelirrojo mientras la abrazaba por la cintura
-Nos vamos a quedar sin galletas navideñas por tu culpa...Le dijimos a tu madre que le ayudaríamos y no hemos hecho nada -le reprochó resistiéndose a los abrazos de su novio
-¿Cuando aprenderán? -comentó un azabache con la nariz llena de chocolate
-Estaremos hechos un desastare pero por lo menos casi hemos terminado -terció la pelirroja llena de harina
-Eso es porque a Harry se le da bien cocinar -bufó el chico de ojos azules mirando de reojo a la castaña
-¡Si tan solo te dejaras de quejar a lo mejor terminamos! -dijo la castaña fulminándolo con la mirada
En cuanto el chico vio esos ojos en su novia se puso inmediatamente a ayudarle, sabía que ella no quería decepcionar a su madre.
Olía extremadamente bien, todo estaba listo para la cena navideña. La pelirroja y el azabache habían salido afuera para jugar un rato con la nieve que parecía como si cada pedazo de nube cayera del cielo.
-Ginny mi vida ponte mejor la bufanda no querrás coger un resfriado ¿Verdad? -le dijo cogiendo y enrollando la bufanda alrededor del delicado cuello de su amada
-Harry mi vida si vas a estar tan protector hubiera salido con mi madre
-Lo siento...es solo que...-dijo poniéndose rojo
-Era broma...acércate tengo un regalo para ti -sonrió dulcemente la pelirroja
Este avanzó hasta quedar a centímetros de los labios de ella, por sorpresa la pelirroja lanzó una bola de nieve a su cara.
-¡GINNY! -bramó el azabache quitándose la nieve de sus anteojos
-¿Qué? ¿En algún momento mencione que el regalo iba a ser bueno? -dijo inocencia mientras el azabache la abrazaba
-Pues yo te daré otro regalo -le susurró y depósito un largo beso en los labios de esta
Mientras la pareja jugaba en la nieve ,la otra apresurada salía a llamarlos para sentarse a cenar.
-Cariño...no te preocupes es típico de George -trató de tranquilizar a su mujer el señor Weasley
-No lo sé cariño es su primera Navidad sin...sin...-pero justo en ese momento un pelirrojo más apareció lleno de nieve
-Hola mamá, hola papá -dijo y fue a darles un abrazo mientras se sentaba y veía la cara aturdida de los demás -¿Que hay de comer? -le preguntó a la castaña
Esta se había quedado en blanco y miró a su novio que la miraba igual de impactado.
-¿Que pasa? ¿Ron te ha comido la lengua? -preguntó de nuevo haciendo soltar carcajadas a su hermana pequeña y su pareja
-Vamos cállate...-dijo esta vez el otro pelirrojo tan rojo como un tomate
-Que estamos comiendo hombre -dijo haciendo cara de vomitar el azabache
-Tú no hables demasiado Potter -dijo su mejor amigo frunciendo el ceño
Todos rieron y la cena estuvo llena de chistes y de felicidad. En cuanto todos terminaron de cenar fueron a la sala principal, donde estaba el árbol con los regalos.
-Nadie va a tocar su regalo hasta mañana ¿Entendido? -advirtió la señora Weasley
Todos asintieron con la cabeza y se sentaron ocupando sofás sillas y alfombras. El señor Weasley apareció con un aparato muggle y los únicos que se sorprendieron fueron Hermione y Harry pues no sabían cual era el objetivo.
-¿Alguien se anima a bailar? -preguntó dándole a todos los botones de la radio
El pelirrojo animadamente se levanto y cogio la mano de su novia. Era un ritmo rápido pero lento para ellos, lo estaban realmente disfrutando y los presentes reían verlos casi caerse bailando.
La señora Weasley bostezó y rápidamente todos se contagiaron de  su sueño. Subieron a sus habitaciones pero no siguieron las reglas que su madre les había puesto, Ron y Hermione juntos en la habitación de este  y Harry y Ginny en la habitación de la pelirroja.
En el momento que tocaron la cama la castaña se recostó en el pecho y se acurrucaron dulcemente.
-Sé que querías abrir los regalos -dijo la castaña haciendo el esfuerzo de no cerrar los ojos
-Pues ya no...porque me he dado cuenta de que todo lo que hemos hecho durante el día es el mejor regalo que me puedes dar...
-¿Seguro? -dijo la castaña sonrojada mientras lo besaba lentamente
-Bueno a lo mejor me equivoque -le dijo abrazándola contra él mientras los dos reía
La castaña cerró los ojos en un momento y quedo profundamente dormida en los brazos de su pelirrojo.