PESADILLA

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En la noche oscura acompañada por la Luna y las estrellas dormían en su dulce hogar un pelirrojo y una castaña, abrazados proporcionándose calor uno al otro.
-Hermione -susurró Ron levantándose de repente mientras se giraba para ver a su esposa
Hermione estaba completamente dormida y no daba señales de querer levantarse, con tan solo una camiseta de los Chudley Cannons vestida mantenía una respiración profunda y pausada.
Este hecho hacia que el pelirrojo sonriera y quisiera organizar uno de sus mechones rizados detrás de la oreja de esta. Volvió a sonreír y observar con precisión y lentitud el rostro de la castaña.
Esos labios perfectos y dulces que podría pasarse besándolos por horas hasta que se agrietaran. Sus mejillas, su piel extremadamente suave y esos rizos cayendo por su espalda. Miró sus brazos y sonrío al recordar las millones de veces que había sido rodeado por ellos. Podría observarla durante toda una eternidad.
Pero su sonrisa desapareció cuando vió una cicatriz, siempre le había desagradado y verla le causaba pesadillas.
"Sangre sucia" era muy doloroso para el pobre pelirrojo verla, se giró y le dio la espalda para despejar la mente, cerró los ojos un momento y recordó los gritos, como le parecía que Hermione gritaba su nombre pidiendo ayuda y el como inútil que siempre había sido no había podido hacer absolutamente nada.
-¡PARAA! ¡POR FAVOOOR! RON...AYUDA...-escuchaba en su cabeza
Y se vió ahí parado delante de ella sin poder mover un músculo, viendo cómo Bellatrix la torturaba sin piedad alguna.
-¡DÉJALA! ¡HERMIONE! ¡SUÉLTALA! ¡TORTURAME A MI A ELLA NO LA TOQUES! -gritó desesperado Ron
-RON...ayúdame...por favor -susurró la castaña
Y su cabeza volvió unos años más atrás, cuando todos la habían marginado, pasado de ella en su primer año de Hogwarts, en su segundo año había sido insultada y llamada asquerosa sangre sucia, tercer año las grandes peleas que tenía con Harry y con él haciéndola sentir siempre culpable, cuarto año cuando
Draco había lanzado aquel hechizo que hizo que...
-RONALD -lo sacudió del hombro sacándolo de su sueño
-¿Por que te ha pasado eso a ti? ¿Por que no a mí? Yo me lo merezco más -dijo su marido con los ojos brillantes apunto de llorar
-¿De que hablas mi amor? -preguntó confusa pero con dulzura al ver el estado en el que se encontraba
Ron mantenía fija en la gran cicatriz de la castaña, entonces en ese momento ella lo comprendió y acaricio el rostro de este.
-Tu también has pasado por cosas terribles...nosotros hemos pasado por cosas que ahora valen la pena ¿Y sabes por qué? Porque no me arrepiento de nada gracias a todo eso ahora tenemos lo que tenemos y somos lo que somos...no te preocupes por esta estupida marca dice lo que soy y sí Ron estoy orgullosa de serlo
-Pero...aún así no fui capaz de hacer nada para impedirlo
-Has hecho más de lo que crees...me has dado tu apoyo incondicional y tú amor también incluso cuando me torturaron te sentía aquí -y señaló el pecho del pelirrojo
Los dos se miraron a los ojos y se abrazaron con fuerza después se dieron un largo y apasionado beso.
-Prométeme que dejaras de tener pesadillas de ese tipo
-Te lo prometo -le sonrío el pelirrojo
Iban a volver a besarse pero de repente la puerta se abrió  una pequeña pelirroja con pecas y una trenza, con un libro en la mano mientras con la otra se enjuagaba sus ojos azules.
-¿Mami? ¿Papi? He tenido una pesadilla...-dijo la pequeña Rose de 3años
-Ven aquí Rosie -dijo su padre tocando la cama
La pequeña se metió en medio de los dos y miró a su madre
-Mami tengo miedo ¿Las pesadillas se vuelven reales?
-No cariño son simples sueños ¿Verdad? -preguntó mirando a su marido
-Por supuesto Rosie ¿Que tal si dormimos otra vez? Yo también he tenido una pesadilla pero ya no tengo miedo porque estoy con mamá y contigo ¿Que me dices?
La pequeña pelirroja asintió mientras bostezaba y se acurrucaba en su madre, Ron estiró el brazo para poder abrazar a las dos.
-Ves por cosas como estas todo ha valido la pena -dijo la castaña y bostezo para después caer en su profundo sueño de nuevo
El pelirrojo sonrío y volvió a cerrar los ojos para volver a dormir y esta vez estaba convencido de que no tendría una pesadilla más, si no un sueño perfecto como ir con su familia a la madriguera.

One-shots Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora