La ubicación de las personas que han sido olvidadas está en el olvido..... No creo que lo entiendas ahora Rin, el nunca quiso preocuparme pero siempre estuvo vagando en la red del olvido, creo que ya nadie lo recuerda excepto yo
- Así que aquí esta...
—¡Kaito!... ¡¿Por qué?! —sollozó la peliaqua sosteniendo fuertemente entre sus manos la dicha preda de Kaito.
Es una enfermedad muy letal que se da cuando la nieve empieza a caer. Solo que yo no sabía nada de eso.
—¿Por qué...? —murmuró Rin apuntó de llorar—. Y a pesar de que era un terrible hermana, Miku y hermano Kaito. Ella dijo que estaba bien después de la muerte de Kaito.
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—Cada vez que la nieve caía el enfermaba más —respingó su nariz varias veces, dejando entrar por cortos períodos aire frío.
Miku. Kaito.
—Pero aún así ella también se desvanecía —sollozó con estrépito. Dolía y demasiado, pero mientras abrazaba a Len todo estaría bien, el no se desaparecía.
—Ella mintió Rin—suspiró.
—Tengo miedo Len ella sufrió mucho en silencio. No quiero que te pase eso a ti Len, no quiero que sufras solo. Por favor... Tú no.
—Yo no desaparece tan fácilmente Rin —tomó con delicadeza su mano.
—Len —le dedicó una sonrisa débil—. ¿Lo prometes? —preguntó animadamente levantando su dedo meñique.
—Te lo prometo —afirmó enredando su meñique con el de ella.
—Gracias —sonrió.
Debí evaluar correctamente esa pequeña promesa.
°•♦•°
—Ya pasaron dos años desde la muerte de Kaito y ya va a ser invierno ¿Por qué habré soñado con eso? —bostezó el rubio tallando sus ojos con pesadez—. Lo bueno es que el año pasado nadie murió. Tal vez nadie desaparezca este año.
—Buenos días Rin —mencionó Len entrando a la sala— ¿Rin? ¿Miku? —observó la sala imaginándose a Miku.
"Hermano Len.."
—¡No puede ser tú...! ¡Rin! —la preocupación inundó su cuerpo—. ¡¿Dónde estás?! —corrió por todos lados.
Sin duda Rin se hayaba sentada arriba de una rama de un Árbol.
—Nieve... Oh, creo que sigue siendo lluvia —recargó su cabeza con serenidad sobre el frío tronco viejo.
—¡Rin! —posó sus manos en sus rodillas—. Len, ¿Estas bien?
—Si—contestó Rin bajándose del árbol—. ¿Por qué esa cara tan larga? —esto le causaba risa.
—No te encontraba en ningún lugar y me preocupe —relajó su mirada para tocar su hombro.
—Es que estabas durmiendo tan cómodamente que no quise despertarte —juntó sus dedos índice haciendo un puchero, adorable pensó el rubio—. Lo siento, además estaba pensando.
—¿En que? —la miró con curiosidad.
—¡Nada! Este es el lugar en donde nos encontramos por primera vez —tocó el tallo del árbol—. Incluso ya hay nidos y este árbol ha crecido demasiado desde entonces. Desde que me prometiste que estaría bien he estado muy feliz, este árbol siempre ha estado aquí para mi. Incluso cuando yo me vaya tendrás este árbol para ti —sonrió acariciando la vieja madera.
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—Vayamos a dar la vuelta Rin.
—Nuestra apariencia también ha cambiado, después de todo seguimos vivos, vamos a divertirnos Len —tomó su mano—. Aqui siempre me encontrarás.
—Si tienes razón —sonrió inocentemente a dicha palabras—. Vamos a otro lugar.
—Yo quiero dejar aquí la prueba de que viví muy feliz junto a ti.
—¿Prueba? —dudó Len sobre el comportamiento de Rin ¿A qué se refería?
—Lo he estado pensando por un tiempo así que... Estaba pensando en el lugar perfecto y yo creo que ese lugar es en donde empezó todo.
Solo pensar en eso... Me hubiera gustado que Kaito y Miku lo hubieran hecho también.
—¡Cierto! —rascó su cabeza con nervios—. Me levanté temprano y no he comido nada.
Rió.
—Debiste decirlo antes —suspiró pesadamente.
—Tengo tanta hambre que quiero comer rosquillas y muchas cosas deliciosas —contestó masajeando su estómago.
—No creo que sea una buena merienda —sonrió nervioso Len.
—¡Como sea vamos a comer! —corrió para abrazarlo por atrás.
