Regálame los versos,
maldita o querida,
sí, dolores al alma,
utópicas ilusiones.
Mis lesiones quedan,
mis sangradas vendas
estas líneas son...
No me quejo.
Mi jardín florece,
de sólo flores carmesí,
que al final se marchitan...
Tampoco me quejo.
Sólo no me alejes de la pluma,
esa, la de tus alas
con que a veces elevas tus presas,
esas mismas que en complicidad
con tus pétalos por garras elevan tus presas,
Esas presas,
esas mismas,
esas mismas que a veces,
a la eterna deriva,
caer, dejas.
YOU ARE READING
Efímera Eterna
PoezjaRimas, líneas o poemas, no importa mucho lo que fueran, sólo parte de un algo que deseé no dejar en el cuaderno.