Y así de pronto, un cielo calmo besaba mi horizonte,
mordiendo mis orillas,
cuando como aquel rayo violentaste mi quietud,
esa en que me encontraba envuelto.
Y no soy yo,
sino tú el dulce caramelo,
yo sólo el papelillo a tu alrededor.
De hoy a siempre...
Sempiterna
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Efímera Eterna
PoésieRimas, líneas o poemas, no importa mucho lo que fueran, sólo parte de un algo que deseé no dejar en el cuaderno.