The X Factor terminó. One Direction quedó en tercer lugar. Simon Cowell al ver el éxito que había tenido la banda durante el programa decidió firmar un contrato con ellos y Sony Music para que One Direction sacara su primer disco.
Se trasladaron fuera de la ciudad al estudio que tenía Simon en su casa de fin de semana. Participaron en la creación de un par de temas de su primer álbum y la grabación de las canciones salían rápidas.
Cuando se dieron cuenta habían batido el record en ventas y los videos de sus singles tenían millones de reproducciones.
Siguieron subiendo los Video Diaries divirtiendo a sus fans como lo hacían durante el certamen.
Sus sueños estaban comenzando a tomar forma, dejando atrás amistades, familias…y a una persona importante.
Comenzaron con las giras y se ausentaban de sus casas por meses, hablaban con sus familiares muy de vez en cuando por teléfono. Pero sus redes sociales las tenían abandonadas. Twitter fue el único contacto que tenían a veces con sus fans, pero eran muy pocas veces que se ponían a leer los tweets y mensajes privados que le enviaban.
Al año de haber sacado Up All Night, produjeron su segundo material de estudio Take Me Home, volviendo locas a sus fans con sus letras. Mantenían su sonido de un modo similar al primer disco pero era un poco más maduro en sus letras.
Sus videos más divertidos pero los videos diarios dejaron de aparecer.
Comenzaron los romances. Liam salía con una bailarina de The X Factor llamada Danielle Peazer, Louis con una joven muchacha llamada Eleanor Calder y Zayn con Perrie Edwards, integrante de la banda ganadora de The X Factor 2011, Little Mix.
Cada vez eran más y más reconocidos mundialmente.
Por otro lado estaba Sam. Su problema era cada vez peor y había llegado un punto en el que no podía volver al colegio. Ese año sin saber nada de sus amigos su enfermedad había empeorado.
Respiraba a través de oxigeno que iba conectado a su nariz. No podía salir a la calle porque sus glóbulos estaban bajos. Debía empezar el tratamiento cuanto antes o podía llegar a morir.
Se pasaba haciendo estudios médicos, sus brazos habían sido pinchados más veces que los años que tenía.
Su cumpleaños número dieciocho estaba cerca pero no quería saber nada de esa fecha.
Se la pasaba recostada en su cama mirando televisión, mirando películas o leyendo libros que Gregory o Chester compraban para ella.
Chester había terminado la carrera y trabajaba en la estación de radio de la BBC, lo hacía a la tarde para poder estar con su hermana en la mañana.
Su padre no dejaba de sentirse culpable por lo que le estaba ocurriendo a su hija. Trataba de pasar el mayor tiempo posible con ella y tenía esa esperanza en su interior de que todo era una absurda pesadilla.
Pero nada de esto lo era.
Pasaban los días y la situación estaba cada vez peor. Sam estaba de malhumor porque quería salir a tomar un poco de aire fresco pero su padre y hermano no la dejaban, así que las peleas eran constantes día a día.
Ya estaba cansada de los medicamentos, análisis de sangre y esas cosas.
Ella quería ser una persona normal como el resto.
Sam se encontraba tirada sobre la cama con su computadora portátil en las piernas. Facebook y Twitter estaban abiertos y buscaba entre sus menciones algún tweet que los chicos le hubieran mandado o alguna publicación en su muro, pero nada. Hacia meses que no sabia nada de ellos y los extrañaba horriblemente.
Ellos habían sido los primero amigos que había tenido en muchísimo tiempo y de un día para otro dejaron de hablarse porque estaban ocupados con sus carreras de cantantes.
Había llegado al punto de odiarlos porque los humos de la fama se les habían subido a las cabezas, los odiaba por dejarla de lado, los odiaba por olvidarla. Los odia porque no estaban con ella cuando mas los necesitaba.
Decidió cerrar sus cuentas en sus redes sociales. Ya no se rompería la cabeza pensando si ellos se acordaban que habían dejado a una amiga en la ciudad.
Dejo su portátil en el suelo y se acomodó en su cama para poder dormir.
Gregory entró para saludar a su hija y darle el beso de las buenas noches, la vio acurrucada de costado en posición fetal abrazándose a si misma y quejándose.
- ¿Sam? Hija, ¿qué ocurre? –dijo preocupado-.
- Me duele, papá. Me duele mucho
- ¿Dónde te duele?
- Aquí –dijo en medio de sollozos señalándose el pecho-. Papá, haz que pare, duele mucho
Gregory le gritó a su hijo que se levantara que debían ir a la clínica.
Esto era grave.
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The Last Breath #WATAwards
FanficSam es una chica de 16 años, castaña y de ojos avellanas, es fan de One Direction desde que estaban en The X Factor y siempre había soñado con conocerlos en persona. Saltó por toda su casa cuando supo que había ganado el M&G para conocerlos, pero j...