- Niall, aléja tus dedos de aquí antes que te los corte
- No va a pasar nada
- Dije que alejes los dedos de la comida –volvió a decir Liam-, ¿por qué no puedes esperar unos minutos más?
- Es que tengo mucha hambre
- Pero si sigues así yo voy a… -fue interrumpido por el grito de Niall-. OH POR DIOS TE LO DIJE
Soltó la cuchilla que tenía en sus manos y agarró una toalla de cocina para ponerla en la mano izquierda del rubio.
Mientras caminaban hacia la sala en busca de Paul para ir al hospital a unas cuadras el resto de la banda bajaba corriendo las escaleras asustados por aquel grito. Todos salieron del departamento en el que se estaban hospedando hasta irse cada uno a su lugar de origen para montarse en la van que los llevaría para que atendieran a Niall.
Eran unas pocas cuadras, pero no querían correr el riesgo que la prensa y los fans se entrometieran y no llegaran para que atiendan rápidamente al irlandés.
Entraron haciendo mucho alboroto en la clínica exigiendo, más que nada Louis, que un doctor atendiera a su amigo que se desangraba. Estuvieron a punto de ser echados por una enfermera que se acercó a ellos para llevarse al chico a la sala de emergencias.
Esperaron durante un rato en la sala de espera de la sala de emergencia mientras Niall era atendido, había necesitado unos cuantos puntos en la palma de la mano y quedaría en observación para constatar que ningún músculo había sido dañado.
Mientras lo estaban trasladando, Louis y Liam fueron a la cafetería con Paul mientras Zayn y Harry se quedaban en la otra sala de espera frente a las habitaciones. Caminaban de un lado a otro aburridos y tratando que algún enfermero los dejara entrar a la habitación de su rubio e irlandés amigo, pero nadie aparecía por ese corredor desierto.
Nadie hasta que viendo una figura conocida.
- ¿Chester?
- ¿Si? –dijo él volteando a ver a las personas que lo habían llamado-.
- Somos nosotros, Zayn y Harry. ¿No nos recuerdas? Conocimos a Sam cuando estábamos en The X Factor
- Oh, si. ¿Cómo han estado muchachos?
- Pues, muy ocupados, pero de maravillas. ¿Y tú? ¿Sam? Por cierto, ¿qué haces aquí?
- Este…nosotros…pues…
- Señor Corey, ¿podría venir por favor? –dijo un médico saliendo de la habitación de Sam-.
- Si, en seguida voy. Lo siento, chicos. Debo irme. Si nos vemos, luego hablamos.
Zayn y Harry se miraron entre ellos y siguieron a Chester sin que él se diera cuenta. La puerta de la habitación 403 se cerró y ellos se asomaron por la pequeña ventanita que tenía para poder ver dentro. Se quedaron helados.
Sam estaba acostada en una camilla, su piel estaba cenicienta y llena de cables por el cuerpo. En su mano derecha sostenía la mano de Gregory y en su mano izquierda la de Chester. Ambos estaban con lágrimas en los ojos y negaban con la cabeza.
Los chicos volvieron a verse entre ellos y cuando escucharon que el médico saldría de la habitación volvieron hacia donde estaba la de su amigo para simular que no habían estado escuchando.
Al cabo de una hora pudieron entrar a ver a Niall y preguntaban cómo se encontraba y si necesitaba algo. Pero en un momento en que los cinco se quedaron callados, Harry no pudo soportar mantener más aquel secreto y vomitó todo lo que habían descubierto hacía no mucho tiempo.
- Encontramos a Sam
- ¿Qué? ¿En qué momento si no se movieron de aquí? –preguntó Louis-.
- Ella está ingresada a unas cuantas habitaciones de aquí
- ¿Le pasó algo grave?
- No lo sabemos, solo vimos que estaba muy pero muy blanca, casi gris su piel y estaba llena de cables. Chicos, no nos podemos quedar de brazos cruzados. Hace mucho tiempo que no la vemos por culpa de nuestro trabajo y ahora que la encontramos en esta situación y más en el mismo lugar en el que estamos me parece muy hipócrita de nuestra parte no ir a verla –dijo Zayn a sus amigos-.
- ¿Me ayudan a levantarme? Vamos a ir a verla
- Niall, el médico dijo que tienes que hacer reposo
- No importa, no voy a dejar pasar la oportunidad de ver a la chica que se ganó mi amistad en un segundo
Una vez que le colocaron unas pantuflas a Niall en los pies, los cinco chicos salieron de la habitación para caminar hacia la de la chica que habían conocido unos cuantos años atrás.
Frente a la puerta de ella se encontraron con su padre y hermano que salían de allí con los ojos rojos e hinchados.
- Buenas noches, queríamos hablar con Sam
- Ella está descansando ahora, pueden venir más tarde –dijo Gregory con un nudo en la garganta-.
- Solo queríamos saber qué le ocurrió a Sam para estar así –dijo Niall-. Hace años que no la vemos
- ¿Quiénes son ustedes? –preguntó el padre con el ceño fruncido-.
- Papá, ellos son los de la banda que ella quería conocer en The X Factor, ¿recuerdas?
- Oh, si. Ahora lo recuerdo.
- ¿Podría decirnos qué le ocurrió? –preguntó Liam-.
- Hace años le diagnosticaron cáncer a Sam. Estuvo haciendo tratamientos, inyectando vacunas y tomando medicamentos. Se salvó una vez y obtuvo tres años de vida más. Pero ahora… -paró de golpe porque ya no podía soportarlo-. Ahora el cáncer volvió y fue más fuerte. El médico nos ha dicho hoy que se le ha hecho una metástasis y que no pueden hacer más nada, que solo es cuestión de esperar
- No puede ser –dijo en un suave susurro Harry con los ojos llorosos-. ¿Cuánto tiene de vida?
- Eso no lo sabemos, por eso nos dijo que es cuestión de esperar
Los chicos se quedaron en silencio sin saber que decir. Su mejor amiga estaba muriendo frente a sus narices y nadie podía hacer nada para salvarla.
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The Last Breath #WATAwards
FanfictionSam es una chica de 16 años, castaña y de ojos avellanas, es fan de One Direction desde que estaban en The X Factor y siempre había soñado con conocerlos en persona. Saltó por toda su casa cuando supo que había ganado el M&G para conocerlos, pero j...