Parte I

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-          Pero papá, por favor –dijo Sam con un puchero en los labios-, es lo que más quiero en el mundo

-          Hija, no estás en condiciones para ese tipo de cosas

-          Papá te lo suplico

Gregory y Chester se miraron entre ellos y volvieron a ver a la pequeña y delgada castaña que tenían frente a ellos. Luego que la madre de ellos los abandonara por culpa del cáncer tres años atrás quedaron a cargo de su padre, el cual trataba de estar el mayor tiempo posible con ellos.

Chester era el mayor, ya tenía veinte años e iba a la Universidad para estudiar Periodismo. Cuando comenzó a estudiar se había mudado a un departamento que quedaba a una cuadra de la Universidad, pero por un problema que había tenido su hermana menor volvió a su casa para pasar tiempo con ella y poder cuidarla.

Gregory trabajaba hasta las cuatro de la tarde y después volvía a la casa para estar con Sam. Había entrado en depresión cuando su esposa había fallecido. Y trató de darles fuerza a sus hijos cuando la más pequeña había comenzado con su problema. No iba a negar que se sentía pésimo por esto. Pero trataba que ellos no lo vieran mal.

Sam estaba emocionada porque su nuevo grupo favorito del reallity que estaba viendo iban a dar un Meet & Great para conocer a los chicos, el problema era que tenía que ir un mayor de edad a comprar el ticket y se debía ir con un adulto responsable. Era más que obvio que ella quería ir a conocer a One Direction, su padre y hermano la acompañaban siempre a las galas.

-          Hija, yo no puedo llevarte, tengo una reunión ese día –dijo su padre sentándose frente a ella-, lo siento, bebé

-          ¿Ches? ¿Tú puedes acompañarme?

-          Sam, sabes que voy contigo a todos lados, pero tengo un examen muy importante y tengo que estudiar muchísimo

-          Está bien, no se preocupen –dijo desanimada-.

Agarró el tenedor y cuchillo y cortó un trozo de su porción de lasaña. Estaba algo triste porque ella quería conocer a sus ídolos, tenían su misma edad y eran muy humildes. Quería hablar con ellos. Su más loco sueño era que le cayera tan bien a los chicos que se volvieran amigos, pero bueno, dicen que soñar no cuesta nada, ¿cierto?

Terminaron todos de comer y levantaron la mesa llevando los trastos a la cocina para lavarlos. Mientras Sam lavaba un plato, su hermano se acercó con un paño en el hombro, la medicación de la castaña en una mano y un vaso de agua en la otra. Resignada se tragó la pastilla y siguió lavando los platos sin decir ni una sola palabra.

Se despidió de su familia y se retiró a su habitación, era tarde y al otro día debía ir a clases. Se puso su pijama, metiéndose en las sábanas y mirando el techo. En dos días sería el evento de The X Factor y ella no iba a ir. Con un último suspiro se volteó para terminar acostada sobre su costado derecho.

Dos días después, Sam estaba en la salida del colegio esperando que Ches pasara por ella, sus compañeros salían en grupos haciendo planes para el fin de semana pero ella se encontraba sola ya que sus compañeros no querían acercarse a ella, decían que era rara.

Salió de sus cavilaciones al ver a Ches frente a ella con su auto, así que rápidamente tomo su bolso y se subió en el asiento delantero para poder ir a casa y ver un poco de televisión. Seguía triste por no poder conocer a One Direction como ella quería.

-          ¿Ches? ¿Por qué vas por aquí?

-          Tengo que pasar por un lugar primero

-          ¿Tardarás mucho? –preguntó desanimada mirando por la ventana-.

-          Eso depende…de cuantas fans haya

-          ¿De qué hablas?

-          ¿No querías conocer a tu banda favorita?

-          Oh por Dios, no puedo creerlo

-          ¿Sorpresa? –dijo riendo alegre-.

-          Gracias, en serio. Muchas gracias, Ches

Dejaron el auto en el estacionamiento y lo atravesaron para llegar a la puerta de entrada. En el puesto de vigilancia, Chester mostró las credenciales para el evento y abrazó a su hermana para seguir hasta la sala donde estaba la banda.

Al llegar al lugar se encontraron con unas cuatro chicas más que eran mucho mayores que ella. Fueron entrando de a una en la sala y tardaban más o menos una hora dentro con los chicos.

En el momento en que le tocó a Sam, siendo la última, entró con la botella de agua que le dio su hermano para que tomara la medicación que debía a esa hora. Al verlos a los chicos casi escupe el agua y la pastilla.

No podía creerlo.

Ellos estaban frente a ella.

Era real.

Inhaló profundamente para calmarse y fue a saludar a los chicos calmadamente. Ellos eran muy tiernos y le ofrecían golosinas, bebidas y demás cosas.

Hablaron durante mucho tiempo y reían de todo.

-          Eres muy divertida, Sam –dijo Harry-.

-          Gracias, ustedes también lo son

-          Oh, es muy tierna –comentó Niall abrazándola-. Quisiera quedármela y ponerla en mi mesita de noche

-          Eres más tranquila que las chicas que vinieron antes, nos tratas igual que a los demás –dijo Louis-.

-          Son personas, no extraterrestres

-          Definitivamente quiero seguir hablando contigo, pero ya no nos queda más tiempo. Debemos ir a ensayar para la próxima gala –dijo Liam-.

-          ¿Qué cantarán?

-          “The way you look tonight”

-          Esa canción es Hermosa

-          Gracias –dijeron los cinco-.

-          Es un placer para mi conocerlos. Espero volver a verlos en la gala

-          ¿Vas a todas las galas? –preguntó Harry sorprendido-.

-          Claro, voy a todas. No me he perdido ninguna desde que comenzaron las audiciones.

-          Ha estado en primera fila y nos arrastró a mi padre y a mí para acompañarla

-          Eso es genial –dijo Zayn-, dime tu Twitter y Facebook, nos mantendremos en contacto

Con una sonrisa sacó un papel y un lápiz de su bolso y escribió sus cuentas de redes sociales para dárselas a los chicos. Su más grande sueño se estaba cumpliendo. Tendría más contactos con ellos y eso era algo que jamás creía que iba a suceder en realidad.

-          Debemos irnos, Sam. Se hace tarde y tenemos que ir a la cita con Daniel –dijo Ches-. Suerte, muchachos

-          Adiós, Sam –dijeron los cinco dándole un abrazo grupal a la castaña-. Nos veremos en la gala

-          Mucha suerte y mantendremos contacto en las redes sociales

Se despidió de cada uno y salió feliz abrazada a su hermano. Les debía una grande a su padre y a Ches.

Como amaba a su familia.

The Last Breath #WATAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora