Busque de dónde provenía esa foto, el chico tenía por nombre Matías, jamás lo había visto pero sin duda alguna era de mi escuela. En ese precioso momento le mande un mensaje, un sencillo "hola", me sorprendió tanto que al minuto contesto de igual manera, pero pasó algo, había sentido una pequeña felicidad, lo pase por alto, era absurdo, no lo conocía. Tenía que seguir la platica normal por el momento. Al poco rato ya tenía mensajes de él pero de una manera diferente. Que fácil fue, pero no podía acabar, sentía la necesidad de seguir, no tenía caso dejar las cosas ahí, sino mi plan fracasaría. Hablamos lo que restaba del día. A la mañana siguiente desperté y tenía muchos mensajes de él, los leí y le respondí cada uno, me avisó que tenía que salir y que regresaría tarde, solo me despedí y seguí con mi día. Era Domingo, día en familia, lamentablemente la mía jamás hacía gran cosa, paso la tarde súper rápido, ya casi era de noche y estaba arreglando mis cosas para el otro día, termine y decidí acostarme. Cuando estaba a punto de dormirme me llego un mensaje de él, me dijo que quería verme al otro día, que sería muy lindo después de todo. Le dije que si, pero obviamente no lo haría, tenía cosas más importantes que hacer, además, no tenía ningún interés, jamás me fijaría en alguien como él, jamás me volvería a fijar en nadie, jamás volvería a entregar todo, siempre acababa igual. Haría lo que habíamos quedado Luis y yo, jugar con él, solo de pensarlo me ponía feliz, sabía que mi victoria estaba segura, pero jamás pensé que esa decisión me llevaría a la desgracia total, a una situación sin retorno.
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Pesadilla disfrazada de sueño
RomanceUna historia inolvidable tanto para ella como para él, porque lo qué pasa una noche de 10 de octubre no se olvida...