12 Puertas

#8

"¡Oh Dios mío!"

Todos giran sus rostros hacia aquel gemido.

"¡Ya no aguanto más!" un chico rubio y de ojos azules se mueve de forma inquieta en su silla.

"¡QUÉ DEMONIOS SUCEDE CONTIGO!" el hombre de negro comienza a perder los estribos.

"¡Me pica la nariz y se siente incómodo!" se queja intentando parar la sensación extraña.

El hombre que esta conectado a él comienza a sentirse abrumado. Mira hacia la esquina en la que se encuentra su superior y este, con un leve movimiento, le da su consentimiento para poder soltar al chico y dejar que alivie aquel absurdo contratiempo.

"Ya que te he dado la oportunidad de que... bueno, de que pares con tu maldito picor, me contarás de tu vida."

El chico niega. No tiene intención de abrir la boca. Por más valiente que intente ser, siempre tiene una presión que lo hace sentirse pequeño.

" Humm..." una sonrisa ladina asoma entre las sombras "no fue una pregunta..."

Su reacción es bajar su rostro. Decide calmarse, no hay necesidad de entrar en pánico. Algunos compañeros ya han hablado y no les ha ocurrido nada.
Y sí. Ya ha considerado a aquellos desconocidos como compañeros, porque quiera o no, lamentandolo mucho, estan juntos en el extraño embrollo.

"Mi nombre es Calum Hemmings. No tengo hermanos. Mis padres son dueños de una cadena de restaurantes bastante famosos. Tengo mucho tiempo, quizás es por eso que mis padres no se preocupan por mi..."

Un sollozo escapa de los labios de una chica de cabello azabache.

Pero por suerte, la atención sigue en el rubio y nadie se percata de aquel sonido que, en ese momento, es algo insignificante.

Mailyn