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Era miércoles, me levanté al escuchar a mis padres salir. Miré mi cama, Nelida seguía dormía. Luego fui al baño, me lavé los dientes, me tiré un poco de agua fría en la cara y me peiné. Me fui a la cocina, tomé un poco de agua, me senté en el sillón y me dormí. Me despertó el ruido de una puerta golpeándose, me levanté del sillón y fui a ver si Nelida seguía dormida, ella se había levantado de mal humor o eso parece.
Me acerqué al baño, la puerta estaba cerrada, golpee suavemente tres veces la puerta y se escuchó la voz de Nelida diciendo "Esta ocupado, idiota", tan tierna como siempre. Me fui a la cocina otra vez y preparé su desayuno, te con galletas. Salió del baño cerrando la puerta con fuerza, se sentó al lado mio y comenzó a tomar el te que le había hecho. Le pregunté si estaba bien, ella asintió con la cabeza, su cara de sueño daba risa.
Eran las ocho de la mañana, me fije si había para hacer algo de comer y no, no había casi nada, sólo un limón, tres huevos y jugo de manzana.
Fui a mi habitación a cambiarme la ropa, luego le pregunté a Nelida si quería ir conmigo a comprar, ella dijo que si, se cambió de ropa y nos fuimos. Compramos algunas galletas, harina, pan, manteca, azucar, carne y una botella pequeña de agua.
Volvimos a casa, acomodé la cama en la que había dormido Nelida, me acerqué a la almohada, tenía olor a perfume, me quedé oliendo la almohada, entonces entro Nelida y preguntó qué estaba haciendo, yo respondí que no estaba haciendo nada, como siempre, ella me miró raro.
Me levanté de la cama, agarré a Nelida como a una princesa y la llevé al sillón del living. Ella gritaba para que la soltara, se puso toda roja, cuando la puse en el sillón se paró adelante mio, en ese momento... Me di cuenta... De que es muy bajita. Ella me miraba enojada, yo la agarré de nuevo y la volví a poner en el sillón, me reí mucho, ella gritaba "¡No me toques, no me toques, idiota!". Se hicieron las nueve, las diez y las once.
Yo seguía molestándola, hasta que se puso seria y me dijo que nos teníamos que cambiar para ir al colegio, le pregunté por qué una hora antes, ella me miró y levantó los hombros diciendo "no sé". Suspiré, le hice caso, me fui a mi habitación a buscar la ropa del colegio, me quité los pantalones y la remera, segui buscando la ropa hasta que escuché ropa caerse al suelo atrás mio. Me di la vuelta, ahí estaba Nelida, mirándome, su cara estaba roja, le sangraba la nariz, ella gritó y salió corriendo al baño. Yo la seguí pero apenas entró cerró la puerta, yo golpee la pared que estaba al lado, le pedí perdón, ella dijo que estaba bien, que no pasaba nada y luego abrió la puerta, su nariz no paraba de sangrar, me pidió ayuda, tomé un poco de algodón, lo hice una bolita y se lo puse en la nariz. Me miró enfadada, su cara seguía roja pero no tanto como antes, me miró  otra vez y me gritó que me vaya a cambiar, ya que no tenía uns remera. Me fui a mi habitación de nuevo y me cambie de ropa. Ella tomó su ropa del colegio la dejó en mi cama, me agarró a mi y me empujó hasta el sillón del living, "Te quedas ahí" dijo con una expresión de enojo en su cara que ocultaba una sonrisa.
Se hicieron las doce y media, salió de mi habitación con el uniforme puesto. Agarramos nuestras mochilas, fuimos a la parada de colectivos, vimos que el nuestro estaba saliendo, entonces corrimos para alcanzarlo, agarré a Nelida en mis brazos y la puse en los escalones del colectivo, las puertas de este se abrieron dejándola entrar, quedé en el medio de la calle, mirando ese estúpido colectivo. Me puse en la vereda, pedí un taxi y llegué al colegio. En la entrada estaba Nelida mirando a todos lados, al verme a mi se acercó corriendo, preguntó si estaba bien, le respondí que si, ella me miró a los ojos, entonces dijo " por mi culpa perdiste el colectivo, perdoname " y luego me abrazó. Le dije que no pasaba nada, que estaba bien. Estuvo un ratito más abrazándome, me soltó, me tomó del brazo y me llevó a nuestra clase.
Habíamos llegado un poco tarde. Pasé los recreos con mis amigos, uno de ellos me miraba mal, Nicolas, no sé que le pasa, desde que le hablé a Nelida está así, tal vez a él le gusta ella, la verdad, no me importa. Terminó el colegio, al salir vi a Nelida con Nicolas en la entrada del colegio, él se veía muy enojado, me acerqué de apoco y comencé a escuchar lo que decían.

-Escuchame idiota, vos te volves a acercar a Matias ya vas a ver lo que te pasa, sólo sos mía, ¿entendes? ¡¿Entendes?!- Dijo Nicolas agarrando a Nelida del brazo, se podía ver como la apretaba y como la sacudía.

-¡Hey!¿Qué te pasa, tarado?- dije yo apartando a Nicolas de Nelida.

- Vas a ver en casa Nelida, ya vas a ver-.

Al decir eso Nicolas se fue. Yo miré a Nelida preocupado, ella lloraba, le dije que podía quedarse otra vez en mi casa si quería, ella asintió con la cabeza, la abrazé y siguió llorando, cuando paró  de llorar fuimos a mi casa. Al entrar dejé  la puerta abierta, fui a mi habitación con Nelida le dije que se quede en la cama, luego volví a cerrar la puerta y vi que estaba medio  cerrada. Me di la vuelta rápidamente y grite "¡Nelida!¡Cerra la puerta!". Escuché la puerta de mi habitación cerrarse, corrí a la cocina y vi que parado al lado del cajón de los cuchillos estaba Nicolas. Se dió la vuelta y dijo " No me la vas a robar, ella es mía". Corrió a la puerta, al pasar al lado mio me corto el brazo, escuché la puerta de la entrada cerrarse con fuerza y sentí la sangre que salía, era poca.
Nelida salió de la habitación, preguntó si yo estaba bien, me di vuelta, la miré y le dije que si. Al ver la sangre en mi brazo se quedó como una estatua. Me tomó del brazo suavemente y me llevó al baño, me puso agua y una gasa, ella no soltaba mi brazo.
Me llevó a la habitación y dijo que me acueste, me negué diciendo que estaba bien, pero dolía un poco en ese momento, ella me gritó que me acostara, entonces le hice caso. Me dejó ahí, ella se fue de la habitación un rato, cuando volvió tenía una sopa en sus manos, le dije que no estaba enfermo ni nada, ella respondió que era la comida.
Ella me miró con una sonrisa, pude ver que sus orejas se movieron y no pude evitar reírme escupiendo todo. Nelida me preguntó por qué me reía, yo respondí entre risas " Se te movieron las orejas". Sus mejillas se pusieron rojas, me golpeó, pero no me dolió, fue un golpe suave. Le di la taza, ella se volvió a ir a la cocina. Me pegué a la pared, me tapé y cerré los ojos, me quedé pensando qué iba a hacer mañana. Al rato escuché la puerta, miré el reloj que estaba al lado mio, eran las once, me levanté de la cama, corrí hasta la puerta, le hice señas a Nelida de que vaya a la habitación y se esconda, ella obedeció y se fue. Abrí la puerta dejando pasar a mis padres. Me saludaron y preguntaron como me había ido en el colegio, respondí diciendo que todo estaba bien. Luego dije que me iba a dormir, los saludé y me fui. Entré en mi habitación, cerré la puerta con llave, me cambié de ropa, sólo tenía unos shorts negros puestos, y me acosté de nuevo en mi cama, quedé boca arriba, casi pegado a la pared, cerré los ojos y otra vez me sumergí en mis pensamientos.
Pasaron unos minutos, sentí que alguien se acercaba, al abrir los ojos vi a Nelida que estaba a punto de besarme. Le pregunté que estaba haciendo, ella se quedó mirándome, se puso toda roja y dijo que no estaba haciendo nada, lo dijo casi gritando, le tapé la boca y le di un beso con mi mano puesta en su boca.

-Buenas noches- Dije yo sonriendo.

Ella se acostó, ni siquiera saludó, sólo se acostó con una cara de asombro. Me acomodé en mi cama, sonreí, cerré los ojos y dormí...



Mi hermosa raritaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora