Narra Luke.
02:35.
Nuestro vuelo llevaba retrasado tres horas.
Nos encontrábamos; Ashton, Calum, Michael y yo sentados encima de nuestro equipaje en el aeropuerto.Y claro, nuestras mamás y nuestro representante nos acompañaban.
Comenzaba a darme sueño, no duermo hace 24 horas , y comenzaba a reflejarse en mi rostro.
Los chicos y yo estuvimos ensayando los últimos cuatro días, sin descanso. Ellos se encontraban en la misma condición que yo.
Ashton se encontraba acostado en el piso, al igual que todos, con su cabeza descansando en uno de sus bolsos.
La cabeza de Michael descansaba en las piernas de Calum.
Lo cual hizo que me diera mucha gracia. Tomé al rededor de 15 fotos.
Y por último Calum, quien jugaba con su celular, y tomando fotos cada vez que Ashton bostezaba.
Mi celular comenzó a vibrar en mi bolsillo.
Cuando lo encendí la luz provocó que mis ojos se entrecierren y un gruñido salga de mi boca.
No podía tener peor humor.
"Espero y disfrutes de tu viaje, amor. ¡Voy a extrañarte mucho! Te amo."
Sonreí al leer el mensaje que Jade me había enviado, y rápidamente le respondí.
-Me van a dar diabetes.- Escuché la voz de Calum.
Giré mi cabeza.
-¿Estabas leyendo?- Pregunté molesto.
-Como para no verlo...-Gruñó.-Tu celular ilumina casi todo el aeropuerto.
Reí y apagué mi celular otra vez.
-¿Que es lo primero que haremos cuando lleguemos a Estados Unidos?- Pregunté.
-¿Yo? Dormir.- Rió un poco y cerró sus ojos.- ¿Y tú?
-No lo sé.- Levanté mis hombros.- Hay demasiadas cosas.
-¿No te será raro?
-¿Por qué?- Pregunté.
-Ya sabes, volver a ese lugar. Después de lo que ha pasado.
Comprendí.
-No hables de eso.- Hice una señal, haciéndole entender que mi madre podría escuchar.
-Está bien.- Observó a mi mamá y vivió a cerrar sus ojos.
Hubo un silencio de un minuto.
-_____(tn).
-¡Calum!-Susurré goleando su hombro de manera algo fuerte.
-Tu madre está dormida.- Señaló a mi madre, quien se encontraba en un banco cerca de nosotros, durmiendo con su cabeza inclinada un poco hacia delante.
-O en coma- Corregí.
Volví mi vista hacia el frente, observando las estrellas que lograban divisarse a través de las grandes ventanas del aeropuerto.
-¿No vas a contestar mi pregunta?- Volvió a insistir mi amigo.
Suspiré molesto.
