Capítulo 1

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Calum.

La verdad, nunca he sido fanático de las armas o de la guerra. Aunque mi padre sea tan increíble y absurdamente adicto a éste tipo de temáticas a mi nunca me parecieron interesantes, siempre llegaron a ese punto de disgustarme y tenerle un tremendo asco al visualizar lo que las personas podrían realizar con aquellos objetos.

Mi padre, el famoso Sr. David Hood, dueño de la agencia más importadora de armas en los Estados Unidos de América. El hombre más engreído de la tierra, desde mi punto de vista. Es un hombre demasiado egocéntrico y posesivo. Todo lo desea para él mismo. Su rutina consiste en: desear, comprar, usarlo mínimo unas cinco veces y luego tirarlo, es por ésto que en mi colegio todos me llaman "hijo de papi", cuando yo lo único que le he pedido a él es un poco de atención, la atención necesaria como para animarme en los días difíciles, y las únicas cosas que me ha dado son aparatos con los que pueda trabajar en mi robótica, cuando yo nunca se los pedí. Los días que me compra un nuevo aparato aparece una pequeña nota explicando todo de éste en el escritorio de mi cuarto junto con la pieza al lado de ésta, sin embargo nunca aparece él.

                            ☆

Estaba reparando un pequeño automóvil de juguete en mi habitación, si, es mío, siempre los tuve como colección cuando era pequeño.
A decir verdad, nunca me agradaron, me parecían inútiles. Lo único que podía pensar en esos tiempos era "Oh Dios, padre deja de ser tan inútil en comprar cosas para tu hijo. Comprale algo productivo".

El pequeño automóvil negro finalmente me sirvió para algo, sería un prototipo de un pequeño robot para las necesidades de algún ser humano, o solamente las mías.

Solté un bufido al momento de darme cuenta de que faltaba una pieza.

—Mierda...—maldije en un susurro.

Limpié mis manos en mi playera blanca, ya anteriormente manchada, la cual siempre me colocaba al momento de reparar o experimentar cosas nuevas. Ésta ya se estaba haciendo vieja, por lo que me queda algo chica y apretada.

Miré mi progreso detenidamente y seguido me dirigí hasta la salida de mi habitación en dirección al sótano, donde mi padre escondía todo tipo de piezas necesarias para sus armas, e igualmente, necesarias para mis propias necesidades.

Abrí la puerta que daba contacto directamente con éste, tomé mi celular entre mis manos y presione mi dedo contra el icono de la linterna, haciendo una luz blanca salir del pequeño celular.

Bajé las escaleras con la linterna posicionada frente mis pies en movimiento. Cuando llegué al destino propuesto me dirigí a los estantes con precaución de no romper algo, me encontraba mirando cada mínima cosa mientras buscaba el pequeño motor.

Después de unos minutos de mi búsqueda, se presenció una luz azul parpadeante, me sobresalté cuando ésta iluminaba el otro lado de la habitación.

Decidí por cruzar todos los estantes y llegar al extremo contrario de donde yo actualmente estaba. Al llegar, me acerqué a aquél aparato y lo observé con el ceño fruncido.

Consistía en un círculo de metal y luz azul parpadeante, opté en tomarlo y llevarlo conmigo olvidando el motor del pequeño vehículo.
Corrí hasta mi habitación cerrando la puerta del sótano detrás mío, al entrar a ésta coloqué el seguro en la manija de la puerta y luego encendí mi computadora, al mirar todas las tres pantallas en el escritorio me dirigí a aquél programa que tanto usaba solamente para éste tipo de procesos.

Mi celular emitió un sonido, había recibido un mensaje. Lo desbloquee con mi huella táctil y directamente me dirigí a éste mientras el programa se cargaba completamente. Leí con la vista de quien era, Leslie. Rodé mis ojos y comencé a murmurar lo que ella me había mensajeado.

Agents Of S.H.I.E.L.DDonde viven las historias. Descúbrelo ahora