Cuatro

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Finalmente tocó el timbre, y pudimos salir y estar juntas.

Me contaste de ella, dijiste que el profesor la había sentado allí; no sabes la calma que me diste.

Debo admitir que ella despertaba curiosidad en mí, pero realmente no buscaba amistades nuevas, contigo no necesitaba a nadie más.

Siendo SuplantadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora