Final

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Me quedé sola porque jamás fui capaz de superarte, porque durante mucho tiempo fuiste mi amiga, también fuiste mi peor error, pero finalmente fuiste una lección.

No te agradezco, ni te culpo por haberme hecho dudar de mi misma y haber arruinado mi vida en el intento de recuperarte, porque aparte de que no soy una persona rencorosa, una parte de mí se fue contigo, y esa parte es la que no puede odiarte.

Oh, amada mía, tú me enseñaste que la amistad es más fuerte que todo, pero que lo nuestro no fue verdadera amistad. Tú me demostraste que en realidad la mala no era ella; ella era otra simple boba como yo que ahora jugaba tu juego. Me enseñaste muchas cosas, pero a la vez me hiciste mierda, arruinaste mi vida, me volviste cerrada, fría, seria. Porque me demostraste que la traición viene de quien menos te lo esperas.

Ahora soy una persona que vive atrapada en su pasado, pero que aún así disfruta de su presente, soy una persona incompleta, en guerra con sí misma; una parte de mi quiere volver hacia atrás y hacer que todo sea como antes, pero otra quiere seguir adelante y aceptar que lo nuestro no valió nada.

Pero, ¿Sabes...? Al final me enseñaste que no es tan malo ser suplantada. No es tan malo dejar que otra persona se ocupe de que tú seas feliz, de que estés bien, de escucharte. No es tan malo dejar que esa otra persona haga todo lo que una vez fue tu trabajo. No es tan malo tener la libertad de ya no tener que decir que eres mi mejor amiga. Eso sí, dudo que ella haga todo lo que yo hice por ti.

¿Sabes?, no. No es tan malo para mí. Cuando se trata de personas como tú, amada mía, no es tan malo estar

Siendo Suplantada.

Siendo SuplantadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora