Capitulo 4.

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SARA QUEENS.-

Me quede mirando por la ventana, no podía dejar de hacerlo. Sentía la negatividad que radiaba la casa en ese momento, pensaba en que estará pasando, en cómo estará James.

Vi salir a un hombre corpulento con maletas saliendo de la casa, cerrando la puerta con fuerza. Supuse que era el padre de James ya que era parecido a él. Me quede mirando por la ventana, cuando vi que en la ventana de su casa estaba el, cruzamos miradas y enseguida salí de ahí y me fui a mi habitación.

Toda esa tarde me quede haciendo tarea del primer día y luego seguí leyendo mis libros de terror. Eran las 5pm y mis padres no habían llegado.

"Sara, nos quedaremos un rato más en el trabajo y luego saldremos a cenar tu padre y yo"- Mensaje de mi madre.

"Hay comida para calentar en la heladera, besos"- Siguiendo mamá con otro mensaje.

"Bueno mamá, los veo después"-Respondí.

Me levante de mi cama y baje hacia abajo, fui directo a la cocina ya que quería ver lo que había dejado mi madre para cenar.

Vi que había papas fritas para hacer, y milanesa a la napolitana y créame que podía vivir comiendo eso, era mi comida favorita. Mientras esperaba que sea un poco más tarde mire un capítulo de una serie llamada "Under the Dome" del libro de Stephen King.

9.30PM.-

Empecé a cocinar lo que había dejado mi madre y mientras se preparaba fui hacia la ventana otra vez. Y en ese entonces lo vi salir, su luz era azul, le estaba pasando algo y yo era de esas personas que tiene que ver a las otras bien siempre. Entonces salí a buscarlo, quería saber que le pasaba.

¡Ey! Espera- Escribí rápido en mi celular haciendo que él se de vuelta.

Oh...Sara.-Dijo con una sonrisa forzada.

¿Qué te anda pasando?- Dije inmediatamente.

Él no contestaba y miraba para abajo.

JAMES WILMER.-

Sentí el celular de Sara reproducir que espere, no dude ni un segundo en mirarla, se veía tan hermosa.

Me pregunto que me pasaba y yo no sabía que contestar ¿Tanto se nota que estoy mal?

No, no me pasa nada.- Dije con una sonrisa forzada.

Vamos, no tienes que fingir conmigo.- Dijo mientras me sonreía- Aunque si no quieres contarme no hay problema.-

¿Quieres ir al parque?.- Preguntándole

Claro, vamos.- Respondió Sara.

En ese momento se escuchó la alarma de su casa.

Sara miro asustada y me hizo seña de que esperara y salió corriendo hacia su casa. No quise esperarla ahí y decidí ir atrás de ella para ayudarla. Entre a su casa y era súper acogedora, tenía retratos de su familia, de ella cuando era pequeña, súper adorable. Mire hacia la cocina y salía humo, decidí entrar y la vi sacando comida del horno.

Se agarraba la cabeza con las manos, se podía ver que maldecía en su interior. La veía resplandecer una luz violeta que me trasmitía preocupación. No sé por qué estas jodidas luces cambian tanto, ni quiero saberlo.

Decidí ayudarla abriendo las ventanas para que el humo salga y apagando la alarma. Era raro que ella no podía hablar, no podía imaginar el momento de que en serio le pase algo grabe y ella no pueda gritar para pedir ayuda. Cuando ya casi no había humo era respiro con tranquilidad y se calmó.

Gracias.- Dijo escribiendo en su celular mientras sonreía.- Soy una torpe!

No pasa nada, a todos nos puede pasar. Menos mal que te diste cuenta a tiempo.- Reí

Sé que querías ir al parque, pero si quieres podemos quedarnos aquí y preparo algo para cocinar.- Mientras sacaba algo para tomar de la heladera.

Oh, no quiero molestar.- Respondí nervioso.

No causas ningún problema. ¿Me vas a contar que es lo que te pasaba?.- Respondió mientras preparaba la comida.

Bueno... mis padres discutieron, como siempre suelen hacerlo. Pero esta vez fue la definitiva así que mi madre le pidió a mi padre que se fuera de casa, así que se fue.- Dije mientras caminaba de un lado a otro en la cocina.

¿Y por eso estas triste? ¿Por qué tu padre se fue?.- Pregunto.

No, no. Me pone ver mal a mi madre, yo con mi padre nunca nos hemos entendido por así decirlo.- Respondí mientras tenía las manos en mi nuca.

Mi humilde consejo es que apoyes a tu madre y no te pongas mal por ella porque si no ella estará peor, pensara que estas así por culpa de ella.- Respondió sincera.

Si tienes mucha razón Sara, pero cuéntame de ti ¿Siempre has sido muda? Sin ser irrespetuoso.- Pregunte.

En realidad no.- Respondió siguiendo.- Me enferme de laringitis a los 15 años y me tuvieron que operar, por lo cual la operación salió mal y me he quedado sin voz.

Qué pena Sara.- Dije triste.

No sé, desde que paso eso he escuchado mucho mejor a las personas.- Dijo contenta.- De algo me ha servido.

Eres muy buena consejera también.- Respondí.

Lo sé, lo se.- Bromeo.- Los médicos han dicho que en algún momento podría recuperar mi voz o no, pero nunca lo quise intentar.

Si necesitas ayuda con eso solo llámame.- Le dije con seguridad.

Se sonrojo y me dedico una sonrisa. La cena ya estaba lista, así que cenábamos mientras hablábamos de temas al azar. La ayude a levantar la mesa y lavar los platos. Ella era muy divertida y sentía que no hace falta que escriba en su celular para hablarme porque sos ojos ya me decían todo. Me gustaba tanto su forma de ser que no me quería ir, pero ya era tarde y mañana teníamos escuela, así que me tuve que ir. Me acompaño hasta la puerta para despedirse.

Adiós James, me gusto hablar contigo, seremos buenos amigos.- Dijo segura con una sonrisa, pero ¿Amigos? Si me gustaba la idea de poder compartir todo con ella, pero no solo la vería como una amiga, ella me trasmitió algo más desde el día que la vi en aquel pasillo.

Adiós Sara, a mí también me gusto hablar contigo, pasare por ti mañana amiga.- Le dije con una sonrisa forzada y me fui hacia mi casa. Ahora si a dormir que mañana será otro día. 

La chica que lo ve todo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora