El miércoles no tuvo nada en especial, aparte de que me estaba gustando ir al colegio, porque pasaba tiempo con Camila y por supuesto ya no tenía todo el estrés encima de estar escondiéndome a cada rato. Pensé que Alexa me iba a decir algo hiriente en algún punto, pero ella solo nos miraba feo desde lejos.
Jueves en cambio no fue tan bueno. El solo pensar que mi cita en el hospital era en la tarde, estaba arruinando mi día completamente. Camila estaba intentando hacerme sentir mejor, pero yo no estaba de buen humor.
Después de clases, Camila me llevo a la clínica, donde nos encontramos con mi mama.
Mientras caminábamos por los pasillos para llegar al cuarto que nos indicó la recepcionista al entrar, Camila me tiene agarrada de la mano, en señal de apoyo y me sonreía. Me hacía sentirme un poco mejor, pero no hacía que la ansiedad se fuera por completo.
Me sonroje cuando la doctora Lovato me dijo que me quitara la blusa. Esta vez no tenía la bata del hospital puesta, la cual estaba deseando tener puesta en ese momento, porque estaba sentada ahí con solo mi sujetador negro y sentía los ojos de Camila encima de mí, fue ahí cuando la inseguridad me golpeó fuertemente. No me atrevía a mirar a Camila, así que solo mantuve la vista en el suelo.
Justo como la otra vez, la doctora me marco la espalda con un marcador y me prepare mentalmente por el dolor que sabía que vendría. De la nada Camila se me acerco más, me beso la mejilla y me susurro: "Se terminara muy rápido."
Le dedique una sonrisa muy estúpida y cerré los ojos.
"Lauren. ¿Estas lista?", me pregunto la doctora.
"A lo máximo que se puede estar cuando están a punto de taladrarte la espalda sin piedad alguna", dije sarcásticamente.
Suspire y asentí con la cabeza.
Pensé que esta vez, iba a estar preparada, que no iba a doler más que la última vez. Estaba equivocada, muy equivocada.
Un gemido de dolor se me escapo y las lágrimas me quemaban los ojos, cuando sentí la aguja atravesar mi piel y pronto más profundo. Se sentía como horas depuro dolor, pero fueron solo segundos.
Cuando la doctora retiro la aguja de mi espalda, Camila me abrazo con cuidado y llore en su pecho. Pronto ella se separó y me ayudo a ponerme la blusa nuevamente.
Me tuvieron que sentar en una silla de ruedas y Camila la empujo hasta es estacionamiento, donde me llevo a su carro ya que estaba más cerca que el de mi mama.
Me abrió la puerta y me acosté en los asientos traseros. Después de un corto momento ella entro en el carro y me llevo a casa.
En el camino, me sentía como una mierda. Todavía estaba llorando e intento concentrarme en cualquier otra cosa, pero el dolor era demasiado para mí. Cuando llegamos a mi casa me abrió la puerta y me ayudo a llegar la puerta de la casa, donde saco las llaves de la casa de mi bolsillo, abrió la puerta y me ayudo a subir a mi cuarto caminando, dijo que me hubiera cargado, pero eso probablemente me hubiera lastimado la espalda.
Me acosté en mi cama, sobre mi estómago cuidadosamente, sentí como Camila me estaba quitando los zapatos y se sentaba en mis muslos. Empezó a masajear los costados de mi espalda, justo como lo hizo la semana pasada.
"Gracias", dije casi en un susurro. Ella no respondió, pero siguió masajeándome los músculos que estaban alrededor del punto que me dolía más.
Me voltee un poco, para mirarla pero me di cuenta de que mi mama estaba parada en la puerta mirándonos.
"Camila, si necesitas cambiar, dime", le dijo a Camila.

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Tape (Camren)
Fiksi PenggemarLauren fue atropellada por un auto, pero una pierna rota no es el único problema al que tiene que enfrentarse. Aunque el accidendente haya sido desastroso puede que con ayuda de cierta castaña haya salvado la vida de Lauren. - Esta es una traducc...