Como en todos los libros apocalípticos, no confíes en nadie. En nadie quiere decir ni siquiera en ti mismo, tu cerebro a lo mejor no, pero tus sentimientos son muy traicioneros. Esto no te lo dice el típico adulto que intenta consolar a un chaval, sino un chaval con experiencia en el campo de la mierda, los engaños y la continuos lloros. Ahora mismo escribo esto porque no sé quién soy y necesito encontrarme psicológica y sentimentalmente. Nada es como preveemos ni como queremos que sea, simplemente es como termina siendo, sin más, no hay cambio posible, no hay ni arreglo ni cura ni alivio. Si te gusta bien, y Sii no, sufres.
Al fin y al cabo somos eso, sufridores, ¿No?