Se encontraba caminando por los pasillos de la universidad sin rumbo alguno, habían cancelado la clase de esa mañana y el idiota de Mathew se encontraba entrenando, por lo tanto, no podía abandonar las instalaciones, así que como no tenia nada que hacer fue al campo de futbol, no era la primera chica que lo hacía, a excepción que todas iban a babear por los chicos que se encontraban entrenando, ella solo iba por que estaba aburrida. No sabe cuanto tiempo pasó, pero no podía dejar de verle, era muy bueno con el balón y justamente en ese momento Mathew metió otro gol cruzando miradas con ella, no supo como reaccionar por lo que el rubio sonrió con arrogancia y a Vanessa sele pusieron las mejillas rojas, por lo que agarró su bolso y salió con dirección a la salida.
_ ¿Cómo estás preciosa? ¿Te gustó el partido? _ esa estúpida voz interrumpió sus pensamientos.
_ No estoy de ánimos para hablar contigo Mathew_ contestó Vanessa siguiendo su camino, con sus mejillas rojas, en que momento se le ocurrió a ese estúpido venir tras ella, todo sudado y sin camisa, enseñando esos abdominales tan perfectos de Dios griego.
_ ¿Qué pasa te pongo nerviosa nerd? _ dijo con arrogancia el rubio siguiendo a esa condenada chica que lo estaba volviendo loco.
_ ¿Qué es lo que quieres Mathew? Déjame en paz_ gritó molesta la castaña, pero no sabia si con él o con ella misma por creer que ese chico era muy sexy.
_ A ver por que eres tan odiosa, yo solo quiero platicar contigo, eso si no te vayas a ilusionar conmigo porque saldrás llorando_ dijo con cinismo el rubio y ella lo miró como si lo quisiera tres metros bajo tierra, pero en ese momento se rio sarcásticamente.
_No me hagas reír imbécil, prefiero estar muerta antes que fijarme en ti, así seas el último hombre que haya sobre la tierra_ comentó Vanessa enojada y él sonrió, pero esta vez no con arrogancia sino con complicidad.
_Te vas a enamorar de mi Vanessa_ mencionó robándole un beso en los labios como un pequeño roce, para luego acorralarla en la pared y profundizar el beso en su deliciosa boca, estaba loco por esa chica y probar su boca iba a ser su perdición.
Por fin la cordura volvió a su cabeza y empujo al fornido chico hacia atrás, para luego propinarle una cachetada dejando roja su blanca mejilla.
_En tu vida vuelvas a besarme imbécil_ dicto molesta la castaña mirándolo con rabia.
_Eso no pensaba hace un minuto cuando me correspondiste_ contestó Mathew sonriendo con arrogancia para encaminarse hacia la salida, mientras Vanessa hacia una rabieta, en ese momento lo estaba aborreciendo, pero porque sentía la necesidad de probar de nuevo esos labios y eso la molestaba aún más.
_ Te veo muy callada ¿sucede algo? _ preguntó Nancy entrando a su habitación.
_Mathew Thomson eso me pasa_ contestó Vanessa tapándose la cara con la almohada mientras su mejor amiga se sentaba en la cama. _Me beso_ comentó quitándose la almohada para mirar a la rubia.
_Pues eso es normal no, tu eres una chica muy guapa que a pesar de andar horribles lentes y abrigos espantosos aun así anda rompiendo corazones_ se burló la rubia dándole un codazo.
_No se trata de eso Nancy, Mathew es mi objetivo y también es el idiota mas grande del mundo, no puedo fijarme en él_ comentó Vanessa tirándose de nuevo a la cama.
_ ¿Te gusta? _ preguntó Nancy mirándola con picardía, y la castaña negó con la cabeza.
_Por supuesto que no, seria el ultimo hombre con quien estaría en mi vida, además soy espía no quiero relaciones en mi vida_ contestó Vanessa mirando con interrogación a la rubia. _Pero ¿tú? _ preguntó la castaña levantándose de nuevo. _ ¿Qué pasa con Thomas Hutson? _ añadió Vanessa y su amiga se puso nerviosa, pero sus ojos brillaron.
_Él es un buen chico, es tierno y dulce, todo un caballero_ dijo con una sonrisa la rubia. _Me pidió que fuera su novia, y fue tan bello que no me pude resistir_ comentó con tanta ilusión. _Pero le estoy mintiendo, sé que no debía mezclar mis sentimientos con el trabajo, pero él es tan bello y me hace sonreír con sus chistes malos, es tan delicado con las palabras que no pude evitar enamorarme, pero se que va a llegar el momento que se entere de la verdad, que no soy la persona que él piensa, y se va a desilusionar, le romperé su tierno corazón y soy muy mala por haberle dando ilusiones de un lo nuestro_ dijo con lagrimas en sus ojos, no lo quería lastimar y sabia que tarde o temprano le iba a romper el corazón.
_Tal vez cuando se acabe la misión, Thomas lo entienda que solo era un trabajo, pero que Nancy si es la misma chica que conoció y que sus sentimientos sin son reales_ aconsejó Vanessa tratando de animar a su mejor amiga.
_ ¿Tú crees que me perdone? _ preguntó la rubia con una lagrima recorriendo su mejilla.
_Si el amor es mas fuerte lo hará_ contestó la castaña abrazando a Nancy mientras ella se limpiaba las lágrimas, no sabía cómo, pero estaba perdidamente enamora de Thomas.
_ Y la bese_ termino de contar Mathew acostándose en su cama mientras miraba a Thomas sentado en el puff de su habitación. _Es una locura, pero esa nerd tiene algo que me llama tanto la atención_ añadió sintiéndose un idiota por hablar de ella como si fuera lo mas hermoso que haya existido.
_Bueno, eso se llama amor_ comentó su mejor amigo mirándolo divertido. _Quien lo diría, el chico más mujeriego y arrogante cayendo en las redes de la chica mas rara de la universidad_ añadió burlándose del rubio.
_Ya cállate, Thomas, que tú no te quedas atrás el nombre Nancy te suena_ mencionó Mathew y a su amigo se le prendieron sus ojos.
_Mi Nancy mi querida novia, sabes que ella va a hacer mi esposa_ comentó el chico castaño recibiendo un almohadazo de su mejor amigo.
_Definitivamente estas mal de la cabeza_ dijo Mathew mirándolo como si estuviera loco, pero en realidad si estaba perdido, por esa condenada rubia que había llegado a su vida para complementarla.
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Disfrazada de Nerd (Editando)
Teen FictionVanessa Smith es una chica espía que ha sido enviada a una nueva misión, pero no es una misión cualquiera, por que debe velar por la seguridad del hijo de un importante farmacéutico que ha sido amenazado por un narcotraficante muy peligroso, pero el...