Después de 20 minutos había llegado a mi casa y en cada paso que daba, mi sonrisa se ensanchaba. Aún no lo podía creer ¡mi plan estaba por comenzar!
La dulce voz de mi madre se escuchó desde la sala
-¿Fue un buen día?- el mejor de todo el año.
-Claro -trataba de esconder esta sonrisa pero falle.
-Si no lo dices, no me doy cuenta -já que sarcástica.
-Me fue muy bien y ¿tú?
-No tan bien como tu.
-Subiré a mi habitación- no espere a que mamá dijera algo. Tomé mis cosas y subí los escalones de prisa.
Era tan perezosa que ni el despertador me hacía abrir los ojos, era mamá quien lo hacía y no de la manera mas amable. Pero hoy me levante bastante temprano y cuando mamá entro a la habitación ya estaba lista para ir a la escuela.
-Los milagros si existen- dijo mamá al verme lista.
-Hoy amaneciste sarcástica- dije tomando mis cosas y bajando detrás de ella para ir a la cocina.
-¿Qué hay en especial?
-Otro día más de escuela – sabiendo que eso no era lo que me hacía feliz.
-¿Desde cuando te entusiasma ir a la escuela? – di un brinco, mi papá estaba entrando a la cocina.
-No soy la única que se da cuenta- estaba sola en esta batalla.
-No es nada, por cierto, hoy vendré tarde.
-¿A quien le pediste permiso? – Mamá siempre poniéndose de cualquier parte menos de la mía.
-Este año entré al club del periódico estudiantil y la próxima semana saldrá el primero, así que tendremos que reunirnos después de la escuela- ojalá y esta mentira si me la crean.
-Por fin socializas, si es así te daremos permiso- Mi papá no dijo nada, solamente escuchaba a mi madre hablar de las ventajas de socializar y más en “mi ultimo año”.
Terminamos de desayunar, tome las llaves que estaban justo cerca de la puerta y me dispuse a caminar hasta el instituto.
Lea estaba hablando con Zoe y con otra chica del club. Cuando me vio se despidió de las chicas y en milisegundos estaba junto a mí.
-¿Cómo te fue ayer?
-Hola amiga, ¿cómo estas? Que maleducada eres – gruñó pero siguió con la plática.
- Hola, ya dime por favor. Me muero por escucharte.
- Hoy nos reuniremos en la biblioteca para estudiar matemáticas después de clases- Nunca llegaron los gritos, saltos, abrazos, aruñones, etcétera, etcétera. Lo único que había era la cara de confusión de Lea.
-Creí que Franco era listo.
-Lo es, él será mi tutor.
-¿Qué? Si tienes el promedio mas alto de la clase.
-Lo sé, pero fue la única manera de acercarme a Franco.
Después de haberle contado todo a Lea los dirigimos a nuestras respectivas clases. El tiempo paso volando, estaba muy nerviosa por ver a Franco. No lo había visto por ningún lado, ni siquiera en la cafetería. Mientras caminaba mi corazón latía cada vez más rápido. Tome la manija entre mis dedos y con mucho cuidado abrí la puerta de la biblioteca, esta era gigantesca. Busque con la mirada a Franco, estaba sentado el una silla junto a una repisa llena de libros antiguos.
Respire profundo y camine hacia donde él estaba. Quitó la vista de aquel libro que estaba posado sobre sus dedos y al verme sonrió. Era una sonrisa tímida, simpática, sencilla, pero linda. Di los últimos pasos y mientras lo hacía, Franco se paró, tomó el respaldo de otra silla y la hizo para atrás.
-Hola Kyra.
-Hola – estaba tan nerviosa que me quede parada enfrente de aquella mesa.
-Siéntate – dijo señalando la silla que tenía a su costado. Camine alrededor de la mesa y tome asiento – empezaremos con algo sencillo para que puedas entender mejor.
Los caballeros en esta escuela se estaban extinguiendo, pero sin duda alguna, Franco era uno de ellos y había que protegerlo. Estoy hablando como si estuviéramos en una batalla pero la sociedad lo era. Tenemos tantos estereotipos que se nos hace muy difícil deshacernos de ellos y es por eso que seguimos haciendo y diciendo las mismas cosas que el montón para que no nos excluyan, para creer que somos normales. Pero ser diferente es mejor a ser parte de esa bola de gente. Simplemente tienes que ser tu mismo y dar lo mejor de ti. Expresar lo que sentimos aunque no sea lo que la sociedad quiera escuchar. Y esa es una de las razones porque no quiero que se vaya el chico nerd que es Franco para convertirse en un Popular. Y ser popular no es malo, lo que significa para esta escuela si lo es.
-Bueno, ya es suficiente por hoy.
Pss.. Despierta
¿Qué? ¿Qué despierte? Si ni siquiera estoy dormida.
Te habla Franco
-¿Cómo? - ¿Tan rápido pasa el tiempo en este lugar?
-Ya es hora de partir.
-Oh, claro.
Tomamos nuestras cosas, despedimos a la bibliotecaria y partimos de la biblioteca.
-¿Resolví algunas dudas?
-Demasiadas- dudas que no tenías – Gracias.
Ya estábamos en la salida de la escuela, era hora de despedirse.
-Nos vemos mañana.
-Claro. Hasta mañana- me quede parada debajo de aquel letrero esperando a que partiera y cuando lo hizo me sorprendí, el iba hacia la misma dirección y camino que yo lo hacía para llegar a casa así que corrí para alcanzarlo aunque no había mas de cinco metros de distancia. Tome su brazo y con tal acto salto del susto.
-¡Por Dios! Me has dado un susto de muerte. Creí que era un ladrón- dijo colocando la otra mano en el pecho.
No podía evitar reírme su expresión era divertida, si hubiera sido yo no cabe duda que estaría igual que yo. Así que las carcajadas no las podía controlar.
Dicen que las lágrimas y las risas son contagiosas, yo se los puedo confirmar. Franco ahora también se estaba riendo a carcajadas. Todo el nerviosismo que estábamos acumulando en aquellos minutos se esfumaron.
-Lo siento – dije cuando por fin pude hablar.
-No lo vuelvas hacer – su tono no era autoritario, más bien era un tono amable.
-Lo intentaré – se me escapó una risilla.
-¿Vas por el mismo camino? – de tanto reír se me había olvidado que yo le había parado.
- Si, vamos – nos dispusimos a caminar. Después de cinco minutos Franco habló
-¿Por donde vives?
-A no mas de diez cuadras a partir de aquí.
-¿Por donde está DeMart?
DeMart es un supermercado que no está lejos de mi casa. Es un lugar popular porque la mayoría de las personas hace sus compras en ese lugar.
-¡Sí! Una cuadra adelante. Y ¿tú?
-Dos cuadras abajo.
-Es mejor que te vayas por este lugar- dije señalando el camino mas corto para que no bajara aquellas cuadras.
-Es ahí por donde voy, pero mamá me pidió que comprara algunas cosas.
Seguimos caminando y al llegar a DeMart cada quien tomo su camino.
Feliz Navidad pasada y también feliz año nuevo. Gracias por leer esta historia que esta comenzando.
Gracias por leer y comentar.

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Nerd en Peligro
JugendliteraturKyra es una chica no tan normal, pues tiene una pizca de locura y muchas incógnitas sobre la vida amorosa de las adolescentes y su manía de sufrir por culpa del chico malo, egocéntrico, popular, malo, mujeriego... Los nerd ya no existen en su escue...