Etiqueta Azul «The Walking Dead/Negan»

Noche 11

—¿Mañana? —preguntó Agatha mientras arreglaba su cama.

—No, pasado mañana. —respondió su compañera de cuarto.

—¿Entonces que harán hoy y mañana?

—Hoy creo que los demás estarán entrenando, Rick hablará con Negan y mañana se pondrán de acuerdo con los últimos detalles.

—Entonces Negan se ira. —susurró ella.

—Si. —respondió normal su amiga—. ¿Pasa algo?

—Nada Enid. —sonrió.

El trabajo era el mismo de todos los días, hoy le tocaba a Agatha limpiar las hojas secas de las pistas, por momentos lo veía y no podía evitar sonreír. Él desde su punto de vista, prestaba atención a lo que le decía Rick pero de vez en cuando la miraba disimuladamente, y como le encantaba mirarla, hacia que haya una paz dentro de él.

—Debes de saber de que también iras en el lugar de Agatha. —dijo Rick.

—Lo se. —respondió el prisionero—. Debes de prometerme algo Grimes. —añadió él.

—¿Prometerte algo? —preguntó incrédulo.

—Cuidala.

Fue sincero, la firmeza con la que miraba a Rick era obvia, sus sentimientos salieron a flote. Sabia que no la volvería a ver, pero quería estar seguro de que ella estaría bien.

—Prometemelo Rick. —continuó diciendo.

—Eso es algo que no se debe de prometer. Sabes que lo haré, es una de Alexandria. Y tu también tienes que prometernos algo.

—¿En qué?

—Una vez que mates a Alpha, no escapes. Sabes que tendrás que volver porque te daremos algunas provisiones.

—Igual no pienso irme sin volver.

Él no quería irse de aquí. Ya no.

—Bien.

—Tienen a Lucille. —rió—. Es por lo único que vendría. —mintió.

Y así se pasó la tarde, Negan por su lado, entró a la celda y tomó una ducha. Se alistó para la noche, su noche. Ahora que sabia que habia algo entre él y la joven de Alexandria no podía evitar sentirse emocionado, no podía evitar sentirse como un adolescente enamorado.
Y ella por su lado, ignoraba a Enid y al resto que se encontraban en la cena elaborada por Aaron, solo pensaba en Negan y en las horas para que se encuentren, salió de la reunión y se fue a su casa a tomar una ducha. Estaba emocionada, así que cuando apenas salió del baño, peinó su cabellera dejándola suelta, se colocó el vestido con el cual lo habia conocido, el lila. Ató sus zapatillas y salió.

—¿Agatha? —preguntó Enid cuando la vio salir.

—Enid. —respondió ella.

—Te cambiaste.

—Manché mi pantalón. —mintió—. De pasada tome un baño. —sonrió.