capitulo 3

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7 de Enero 2013, Universidad de Sevilla, Facultad de Historia.

-¡Señores! Para mañana: La influencia del barroco en la sociedad actual
Estas fueron las últimas palabras del profesor Marcos en la clase de hoy. Catedrático de la universidad de Sevilla y toda una eminencia en historia del arte, escultor y restaurador de piedra y madera, se licenció en Harvard a la tempranera edad de veintidós años sacando matricula de honor en mil novecientos ochenta y tres. Sus numerosos estudios sobre el barroco hicieron que se afincara en Sevilla, siendo cautivado por sus encantos el clima y sobretodo las riquezas históricas que encierra la ciudad.
Marcos se encontraba aun en la clase, los alumnos salían despacio del aula, mientras el apagaba su portátil y guardaba en su maletín toda la documentación que para la clase había utilizado, siempre meticuloso tenia la manía de guardar sus papeles mirando siempre hacia la misma posición y misma postura en un orden altamente escrupuloso otra de sus manías era salir siempre el ultimo del aula, por eso no tenia ninguna prisa en ordenar su maletín y esperaba que salieran todos para poder cerrar, dos veces seguidas, la puerta de la clase.
Sus gafas, sin monturas, y su peinado, con ralla al lado, le dan el toque de intelectual que siempre a sido, siempre con ropa actual y con la altura de 1,83 hacen  que a sus cincuenta y dos años parezca una persona mas joven de lo que es.
-¿Profesor? – Pregunta una de las alumnas antes de abandonar el recinto- me llamo Claudia, ¿no se si recordara mi nombre?
- Recuerdo todos y cada uno de los nombres de las personas a las cuales les imparto clase, incluso el nombre de su hermano Raúl, que está dos años adelantados a usted.
- ¡Valla! Si que tiene usted buena memoria – dijo Claudia con cara de asombro- Vera, profesor, tengo en casa un libro, que según mi familia, viene de años inmemoriales y esta escrito en un idioma que nadie conocemos y me gustaría que si fuese tan amable, lo ojeara y me diera su impresión sobre el.
- La verdad es que ando muy estrecho de tiempo, Claudia, su pudieras traerlo y esperar a que terminen mis clases, estaré encantado de ojearlo- Respondió Marcos.
- Ese es el problema, señor, mis padres no dejan que le de ni el aire y por supuesto, no quieren que lo saque a la calle- Replico Ella – yo pienso que no es tan antiguo, creo que son demasiado exagerados con el libro… no será para tanto.
- ¿Lo habéis llevado al museo o lo ha visto algún especialista? – pregunto
- Ya le digo… ni el aire, creo que lleva en la vitrina desde que se edito
- Bueno, déjame mirar mi agenda y en cuanto tenga un hueco te avisare, pero no te prometo que sea en breve.
- Muchas gracias, profesor- Respondió Claudia educadamente 
Claudia era una de esas alumnas aventajadas que esta enamorada del arte, una magnifica alumna que no se pierde ni una sola de las clases que imparte Marcos, nacida en Sevilla, a sus recién cumplidos, veintidós años  solo le falta dos años para terminar historia del arte, carrera que le entusiasma y por la cual dejo escapar otras carreras, sacando notas suficientes para poder elegirlas.
Su larga melena rubia y el celeste de sus ojos, denotan que aunque ella naciera en Sevilla, sus antecedentes familiares no son autóctonos de esta tierra, pues su padre fue uno de esos argentinos que de muy pequeño emigro y se afinco aquí en nuestra ciudad. Una pareja humilde y trabajadora que a lo largo de los años consiguieron con trabajo y esfuerzo sacar adelante una familia compuesta de tres hijos, Raúl el mayor, Claudia y Fernando, el mas pequeño de los hermanos.
Al llegar a casa, Claudia comento a su madre que a lo mejor se pasaba algún día el profesor Marcos para echarle un vistazo al libro.
-He hablado con el profesor Marcos - comento mientras ponía los vasos en la mesa para el almuerzo - le he dicho que venga a casa a ojear el libro.
- Sabes que tu padre no quiere que se toque – Replico la madre.
- Por eso le he dicho que venga, el me pidió que se lo llevara a la facultad y le comente que eso no podía ser… Bueno ahora cuando venga papa se lo diré ¿a ver que me dice?
- ¿La verdad es que no se que demonios tendrá ese libro que es tan especial para tu padre? – pregunto la madre frunciendo el ceño.
- ¿Lo mismo tenemos aquí una reliquia Maya que vale una fortuna y no lo sabemos? Aunque ya te digo yo que Maya no es, será de cualquier tribu extinta de vete tu a saber donde.
- No creo que valga una fortuna, hija – Contesto la madre poniendo cara de desilusión.
- Si no, papa lo hubiera vendido…¿verdad?- Pregunto Claudia entre risas
- Seguro hija, seguro. Anda termina de poner la mesa que tu hermano y tu padre están apunto de llegar.
- ¿Y Raúl?  
- No, Raúl no viene hoy a comer.

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