Bat Blood: La hija de Batman

LOS GRAYSON VOLADORES

HACE MÁS DE 10 AÑOS:

Layla se encontraba en la Batcueva con su padre, mientras este le enseñaba la guarida por primera vez y le contaba el secreto sobre su otra identidad. Bruce tenía sus dudas sobre la idea de contarle un secreto como ese a una cría de apenas 5 años, pero consideraba que el hecho de no contárselo sería más arriesgado que hacerlo, teniendo en cuenta que en caso de que alguien destapara su identidad secreta, sería más fácil gestionar la situación si Layla ya sabia lo que pasaba. No sería hasta la edad preadolescente de Layla, cuando su padre accediera a entrenarla junto a Dick Grayson y le dejara acompañarles a las misiones.

- ¡¿QUE ERES BATMAN?! - Dijo Layla a grito pelado y sorprendida porque no podía creer que su padre fuese el gran defensor de Gotham. - ¡Eres un superhéroe como Superman! ¿Conoces a Superman, ¿a que si? ¡Seguro que sois superamigos! ¿Y a Wonder Woman la conoces? ¿Puedo conocerla yo también? Oh papá me los presentas, porfi porfi porfiiii... - Suplicó Layla con cara de cachorrito. A la niña, como era de esperar, le inundaban las preguntas y la emoción. Alfred, que también estaba presente, no podía parar de sonreír.

- Layla cálmate, te lo explicaré todo si me dejas... - Dijo Bruce intentando calmarla antes de que la niña dejara de escucharle y empezara a correr de un lado al otro explorando la cueva.

- ¡Qué fuerte! ¡EL BATMÓVIL! ¿Puedo conducirlo? - Dijo Layla intentando abrir la puerta.

- Señorita Layla, no tiene edad para cond... - Intentó decir Alfred, pero la niña ya había desviado su atención hacia otra cosa.

- ¿Esos son tus trajes? - Dijo Layla antes de ver los escaparates con los trajes para salir corriendo disparada hacia allí. - ¡Buah, como mola! - Dijo Layla tocando la máscara de Batman.

- Cariño, ¿podrías parar un mom...? - Dijo Bruce.

- No sé que es esto, - Dijo Layla sujetando uno de las batarangs - ¡Pero también mola mucho! - Dijo Layla igual de emocionada.

Layla se sentó en la silla frente al monitor intentando digerir la situación.

- En el colegio no se lo van a creer, seguro que me pedirán autógrafos. Menos Marco, a él le gusta más Superman porque tiene poderes, pero yo creo que tú eres mucho más guay papá. - Dijo Layla guiñándole el ojo a su padre - Espera... - Layla hizo una pausa para reflexionar al ver la cara de su padre - no puedo contárselo a nadie, ¿verdad? -

- Lo lamento, pero esto tendrá que quedar entre nosotros. - Bruce se acercó a su hija, se agachó y la agarro suavemente de los hombros. - Si la gente supiera que soy Batman, estaríamos en peligro, ¿lo entiendes verdad? - Le dijo mirándola fijamente a los ojos.

- No te preocupes papá, no se lo diré a nadie. - Dijo Layla con una sonrisa - Aunqueee, ¿se lo puedo contar a Isis al menos? - Preguntó ella pidiéndole permiso a su padre para contarle la identidad secreta de Batman a su gata. Para Layla su mejor amiga hasta la fecha era esa gata que apareció de la nada en su habitación durante su último cumpleaños. Mientras estaba fuera de la mansión celebrando su cuarto cumpleaños, alguien había entrado en su habitación y le había dejado una cesta que contenía un gatito y una nota que decía: "Esta es Isis. Espero que al igual que la diosa egipcia, te proteja de cualquier mal hasta que yo pueda estar a tu lado. ¡Feliz cumpleaños Layla!"

- Sí Layla... - Dijo Bruce con una sonrisa. - Puedes contárselo a Isis.

- Gracias papá. - Dijo Layla abrazando a su padre.

- Señor Wayne, van a llegar tarde... -

- ¿Tarde a donde? - Preguntó Layla mirando a su padre.

- Verás... - Dijo Bruce - El circo Haly ya ha terminado la gira por Europa y ha vuelto a la ciudad, así que he pensado que tal vez te gustaría que fuéramos los dos juntos a ver el espectáculo. -