oct, 7.

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Observaba a todos con ojos atentos, como si estuviera a punto de atacar. Cuando nuestras miradas se cruzaron bajé la cabeza instantáneamente y fingí estar haciendo otra cosa, cinco segundos contados pasaron hasta que volví a mirarlo, pero él ya no me veía.

Oculté mi cabeza entre mis brazos como hacía cada mañana hasta que él llegaba y acaparaba toda mi atención.

La mata de pelo azul grisácea ocultaba sus audífonos pero el cable caía por sus hombros y la música se escuchaba estando a unos metros de distancia. Tenía el volumen muy alto, pero no se movía, su pecho subía y bajaba muy despacio y sus párpados apenas se juntaban. Parecía un fantasma.

Y, al igual que yo, no se presentaba en el almuerzo. Solía cruzarlo en los pasillos vacíos e intentaba que me mirase pero sus ojos estaban enamorados del suelo.

El pasillo vacío como sus ojos, sus ojos enamorados del suelo, como yo de él.

Mis pulmones parecían detestar el aire cuando estaba cerca. No me sentía seguro de hablarle, quizá diga algo tonto y se burle de mí.

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n/a: hola! escribí una historia nueva en innnome y me harías un gran favor si la leyeras :(

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