Sonríe para mi / Capítulo 3

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Luego de probar el paraíso, Carolina y yo nos separamos. Y puedo jurar que me perdí en ese mar de platino que tiene por ojos.

¿Desde cuando soy tan poético?

-Acuerdo sellado.- Susurré, por la cercanía sé que me escuchó perfectamente.

Ella vuelve a sonreír.

-Me encanta cuando sonríes, te ves aun mas hermosa. - Le digo. Y es verdad...

-Sabes mentir muy bien. - Dice riendo.

-No gano nada mintiendo. ¿Por qué lo haría?- Mis manos siguen en su cintura.

-Para conquistarme.-

-Yo lo haré, tranquila, lo haré. Voy a conquistarte.- Me acerco a su rostro.- Pero lo haré a mi manera. -  Y vuelvo a besarla.

Puedo hacerme fácilmente adicto a sus labios.

-¿No...crees...que...vamos...muy rápido? - Me pregunta entre besos.

¿Es cierto? ¿Iremos muy rápido?

Bueno... Cenicienta se enamoró de su príncipe en tres días... Pero yo conocí ayer a Carolina.

-Puede ser... Pero te seré sincero: No me importa.- Y vuelvo a besarla.

Nos separamos para respirar y cuando iba a volver a probar sus labios, un flash me deja encandilado momentáneamente.

-¡Se ven tan lindos! - Esa voz... No puede ser.

¡CLEO!

-¡Señorita Cleo!- Carolina se separa de mi y juraría que escuché a mi corazón quebrarse. O tal vez este exagerando, que es lo más probable.

-Ya perdí la cuenta de cuántas veces te he dicho que no me digas "señorita". Cleo basta.- Le dice acercándose y mostrándome el celular.

Una perfecta foto de Carolina y yo apunto de besarnos; mis manos rodean su cintura, sus manos se aferran a mi cuello, nuestros ojos se acechan y por  nuestros labios, separados por centímetros, pasa un rayo de sol que juega con nuestras sombras, haciendo contraste con nuestra piel.

Necesito esta foto.

Sin que Cleo me mirara, no lo haría a fin de cuentas porque está hablando con Carolina de no se qué tema, envío la foto a mi celular y apenas la veo sana y salva en mi galería, borro la imagen del teléfono de Cleo.

-Espero que no hayas borrado la foto... - Me mira amenazante.

-¿Qué foto? - Pregunta Carolina, mostrando una gran curiosidad y confusión.

-Pues del retoño de vuelto amor.-Contesta Cleo, sonriendo. Carolina se muestra más confundida.

¿Retoño de nuestro amor? No es mal título para el álbum.

-Ya es tarde; lo hecho, hecho está. Mi más sincero pésame. - Le digo que exagerada y fingida tristeza.

-Y yo que pensaba en usar esa foto como chantaje. - Murmuró cruzándose de brazos.

-Eres una víbora.- Le digo sonriendo. Ella me devuelve una sonrisa burlesca.

-Seré una víbora, pero sé a quién dirigirle mi veneno. Así que cuídate.- Su sonrisa se amplio.

-Ustedes me dan miedo.- Carolina estaba al lado de la puerta que daba al interior del edificio.

-Como sea... ¿Qué haces aquí Cleo?- Le pregunté a mi compañera de trabajo.

-Pues yo te cité aquí, ¿No recuerdas? - Me pregunta caminando hacia la puerta.

-Si recuerdo... Pero no contesta a mi pregunta. -

Elegí amarte por el resto de mis días...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora