-¡Y ahora con ustedes, damas y caballeros, nuestra nueva estrella!- Magnus gritaba anunciándome y los nervios me carcomían- ¡Vuelo Nocturno!-
Las luces de la carpa se apagaron, tragué duro y el reflector me apuntó.
Hice una reverencia y el público aplaudió emocionado, sonreí y caminé hasta la orilla.
Jake me sonrió y levantó sus pulgares hacia mi, alentándome.
Tomé aire y me giré, levanté los brazos y me dejé caer.
La gente ahogó un grito y varias exclamaciones se oyeron por ahí, una caída de treinta metros sin malla protectora abajo no era nada de que reír.
Las manos de Jake tomaron mis muñecas y me llevó con él hacia atrás, causando gritos y aplausos.
-Casi, bonita- dijo sonriendo.
Reí y enganché mis piernas en la barra posterior, quedando boca abajo y haciendo gestos con los brazos para la gente.
Un par de piruetas después Jake se despidió del público y, antes de desaparecer, me tiró un beso y un par de pulgares arriba.
Bien, ha llegado mi momento.
Hice una reverencia hacia el público y puse un poco de tiza en mis manos, sujetándome a la barra.
Inflé mis pulmones y salté sin pensar demasiado, la cobardía podía atacarme en cualquier momento.
Una vez adelante me solté y empujé mi cuerpo en un carnero, tomándo el otro caño, impulsándome para sentarme y terminar en posición de playa.
La gente gritaba y aplaudía eufórica.
Me balanceé y me solté nuevamente, esta vez haciendo un ruso instantáneamente al tomar la otra barra.
Y el final.
Mecí mi cuerpo para tomar impulso y tirar mi cuerpo hacia adelante, doblando mi cuerpo en un mortal y tomando la barra con la mano derecha y enganchando el pie derecho en la cuerda. Dando fin con la posición de "Ángel".
Mucha gente se puso de pie y otros tiraban flores, todos emocionados y aplaudiendo.
Me paré en la base y les dediqué una reverencia, sonriendo y despidiéndome.
-¡Amy!- gritó Jake- ¿dónde rayos aprendiste todo eso? ¡Estuviste alucinante!-
Me tomó de la cintura y me alzó, girandome por los aires, haciéndome reír.
-Has estado preciosa mi amor, perfecta-
Mi padre me miraba con los ojos llorosos y corrí a sus brazos, escondiéndome en su pecho.
-¿Te ha gustado?-
-Si, me ha encantado- besó mi cabello- sé que tu madre estaría orgullosa-
El aire se trabó en mi garganta y un nudo húmedo se formó en ella, aguándome los ojos.
-Te están esperando, bonita- susurró en mi cabello.
Lo solté y le di un gran beso en la mejilla antes de girarme.
Y encontrarme con esos ojos verdes que tanto extrañaba.
Me acerqué y lo miré, llevaba unos pantalones caqui y una camisa blanca.
-Has estado preciosa...-
-Gracias-
Un silencio incómodo comenzó formarse y traté de girarme para irme, pero una mano me sujetó.
-He terminado con Iris- soltó de repente.
Frunci los labios y asentí.
-Le dije que prefería quedarme con mi "labios de payaso"-
Me quedé helada, ya que yo no le había dicho ese apodo.
Sonrió y me acercó aún más a él, mirándome fijamente a los ojos.
-He sido un estúpido, bonita- susurró- pero tú sigues siendo lo que hace palpitar mi corazón-
Salté y rodeé su cuello con mis brazos, sollozando en su oído. Sujetó mi cintura y me apretó a él, suspirando de alivio en la piel de mi cuello.
-Te quiero- acarició mi rostro suavemente y besó mi frente- te quiero muchísimo-
Sonreí.
Porque yo también lo quería.
Porque las alas rotas se curan.
Porque las mentes pequeñas maduran.
Porque en la tierra los ángeles deben aprender a contar sus plumas, porque nunca saben cuando deberán salir volando.
O cuando llegar y seguir amando.
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Circus.
RomanceAunque todos piensen que es un demonio, él realmente tiene alas blancas en el corazón. Y esta bien que piensen que perteneces al infierno, porque es cuando deben aprender a amarte. Y ahí es donde te aman de verdad. Historia protegida por derechos de...