Capítulo 4: Enemigo en casa

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Usualmente a todas las personas les encanta el día Viernes. ¿A mi? claro que amo los Viernes pero no tanto como amo los Miércoles.

Para mi poca buena suerte; los Miércoles son los días en que papá llega temprano a casa, esto quiere decir que aprovechamos las idas al cine al 2x1, al igual que los helados; cosa que en realidad me vuelve completamente loca.

¿La mala noticia?.

Hoy, Miércoles Amber irá a mi casa, lo que sigue que no habrá cine ni iré por un helado. No habrá Miércoles de felicidad infinita.

Lo que más me gusta de los Miércoles es que tengo a papá durante toda la tarde, es entonces cuando me puede hacer reír con sus chistes igual de malos que los míos.

Es por eso que ese es un requisito de mi chico ideal.

Para ponerle un poco de sentimiento al momento diré que cuando era pequeña y papá me llevaba a la cama para dormir no decía la típica frase de "descansa", ni mucho menos usaba apodos como "princesa" o esas cosas. No, el susurraba en mi oído:

- No le digas a nadie, pero eres mi favorita, ¿sabes por qué? Eres la única que se ríe de mis chistes

Y para una niña de ocho años que tenía a su padre por completo una vez a la semana. Ese era el mayor cariño que llenaba su vida.

- ¿Ya nos vamos? - Preguntó Amber llegando a sentarse en la banca en la que esperaba a mamá

- Tenemos que esperar a alguien - Fue todo lo que dije para después mirar en dirección a donde llegaba mamá

- ¿A quién? - La ignore

Mire la calle hasta que vi la ya conocida minibang blanca que tenía mi madre para transportarnos. Se detuvo frente a nosotras.

- ¡Hola chicas! - Grito desde su asiento

Mamá llevaba un look bastante extraño, parecía como si se hubiera quedado en los años 80's. Aveces me sorprendían las cosas que hacía para entender a los adolescentes.

- Mamá, ¿qué haces vestida así? - Preguntó Henry llegando del otro lado del auto

En cuanto Amber escucho "mamá" de parte de Henry se me quedó mirando fijo; y es que a Henry y a mí no nos va andar diciendo en el colegio que somos hermanos, de igual manera ambos somos Wilson.

Henry Wilson. Daphne Wilson.

- ¡Venga! ¡es lo que está de moda! - Soltó un chillido mi mamá mientras movía su cabellera rubia

Rodé los ojos y abrí la puerta del auto para subir en la parte trasera con Amber. Me metí en el auto después de ella para dejar la puerta abierta y darle paso a mi hermano.

- ¿Las veo allá? tengo que esperar a mi compañero de TLR -Dice Henry mirando de reojo a Amber

- ¿Cómo vas a llegar? - Se escucha la voz de angustia de mamá

- Él tiene auto, dejaré que me lleve - Termina con una risita un tanto dirigida a mi madre y a Amber

•••

Y así, de esa forma, quede encerrada con las dos mujeres con complejo de adolescentes hormonales en el mismo auto; junto con las canciones de Vaselina resonando en las cuatro bocinas. Sin dejar a un lado los gritos de gloria -que mamá llama "cantar"- de Amber y mi madre.

Serían perfectas como madre e hija.

- ¿Podrías bajar el volumen? - Le preguntó a mamá casi gruñendo, después de diez minutos con los oídos tapados debido a su música en alto volumen

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