One-Shot's Servamp

||Alicein Misono||

"¿Estoy equivocado, por querer proteger a un amigo...?"

(...)

Tenias la sensación de que algo andaba mal, y estabas feliz de haberle hecho caso a tu presentimiento. Avanzaste a través de una serie de calles, caminos y callejones antes de finalmente lo encontraras. Tus ojos se abrieron en estado de shock cuando viste al chico de cabello púrpura tendido en el suelo con una expresión de dolor en el rostro y a su Servamp ser arrojado a una esquina.

"¡Maldición!, ¡Lily no esta hecho para combatir!" —pensaste mientras entrabas al lugar. El atacante te miró y tarareó, interesado en el hecho de que otra persona haya entrado en escena.

—Apártate —te pusiste delante de Misono, que ahora estaba sentado en posición vertical. El no parecía gravemente herido, solo un rasguño en la mejilla.

—¡Pero si no eres más que una simple humana!, ¡No puedes hacer nada! —se hecho a reír histéricamente, provocando que te pongas ligeramente nerviosa. Nunca lo admitirías, pero él tenia razón. No eras una Eve, tampoco eras un Servamp o una subclase. No eras mas que una humana, pero querías proteger, ¡Proteger a la gente que se preocupa por ti!

—¿¡Que crees que haces, (T/N)!? ¡Es peligroso!, ¡Por lo que tienes que salir de aquí! —Misono levantó la voz, preocupado de que algo te pudiera pasar.

—Misono... —dijiste girando la cabeza para mirarlo. Le sonreiste, haciendo que sus ojos se ensancharan.

—Siempre has sido el que me ha protegido, por lo que, por una vez, dejame protegerte —te diste la vuelta para enfrentar al enemigo una vez más. El llevaba una lanza afilada en la mano. Respiraste profundamente, y te pusiste en una mejor posición de ataque. Nunca se lo habías dicho a nadie, pero eras una luchadora poco calificada.

—¡Muere! —gritó el vampiro, lanzando su primer ataque hacia ti. Te hiciste a un lado, esquivando el ataque y aprovechaste de darle una patada en la parte superior del cuello. Los dos iban de un lado a otro. A veces conseguías poder golpearlo, a veces el enemigo lograba golpearte. Misono y Lily solo podían observar lo que estaba ocurriendo. Una parte de ellos estaba impresionados por tus habilidades de combate, y su otra parte los mantenían congelados en el lugar. Lily estaba atado por las cuerdas, y Misono no se atrevía a moverse.

Preparaste tus próximos ataques y planeando dejar tiempo suficiente para desatar a Lily, aún teniendo contacto con el enemigo. Lograste pegarle una patada que lo mando al suelo.

—¡Ahora! —te dijiste a ti misma a medida que pasabas por encima de Lily. Lograste desatarlo con éxito y antes de que el vampiro pudiera atacarte, Lily ya estaba a la ofensiva con su guadaña, moviéndola para poder bloquearlo. Lo que ocurrió después fue un susto de muerte.

El vampiro tomo su lanza y la arrojó hacia Misono. Tus ojos se ampliaron a medida que corrías hacia él, con la esperanza de que llegarías a tiempo. Los segundos parecieron horas, y sólo podías oír un zumbido. Sentiste algo en tu abdomen, causando que cayeras al suelo. Una vez que aterrizaste en el pavimento, tu audición regreso, y sentiste que la adrenalina se estaba disipando.

—¡(T/N)! —oíste que alguien te llamaba.

—¡Misono!, ¿¡Por qué no se mueve!? —podrías decir que el que hablaba era Lily. Tosiste una sustancia roja, que tu cerebro registró como sangre. Fue entonces que te diste cuenta que la lanza había atravesado tu abdomen. Ignorando el dolor, empezaste a sacarla. Una vez que lograste sacar la lanza fuera de ti, tu brazo cayó inerte al suelo.

—¡(T/N)!, ¡(T/N)! —Misono siguió llamándote, levantando tu cuerpo del suelo e inclino tu cabeza contra su pecho.

—¡Que tragedia!, Sin embargo, debo admitir que, para ser solo una simple humana, me puso una muy buena pelea. Iba a tener que ir con todo para derrotarla —se hecho a reír locamente de nuevo. Lily solo se limitó a lanzarle miradas de muerte.

—Hey... —tu voz tenía un tono bajo. Misono volvió su atención hacia ti y te miraba con preocupación.

—¿Estoy equivocada, por querer proteger a un amigo...? —le preguntaste. Sus ojos se ampliaron y se quedo sin aliento. Esa pregunta, sonaba tan familiar para él.

—La limusina debería llegar en cualquier momento, llévala a un hospital cuanto antes —una voz detrás de ustedes habló. Allí estaban Mahiru y su Servamp, Kuro.

—Mahiru... —dijo Misono, sorprendido de ver a su amigo.

—Vamonos —dijo Lily, corriendo hacia donde estaban. Mahiru y Kuro ya habían empezado a luchar contra la subclase. Tu conciencia estaba empezando a desvanecerse. Lily te tomo en sus brazos, para poder llevarte mas rápido a la limusina. Misono estuvo al principio preocupado cuando te arrebataron y te llevaron lejos de él, pero pronto se calmo.

En ese momento, cerraste los ojos.

(...)

Abriste los ojos y pudiste ver a medias un techo blanco. Mirabas alrededor mientras tu visión se estabilizaba. Sentiste una presión en tu mano y miraste que es lo que sucedía.

—¿Estas despierto? —preguntaste, y el asintió. El agarre de tu mano se hizo mas fuerte, como si Misono estuviera aguantando las ganas de llorar delante de ti.

—Lo siento, no pude protegerte —reíste entre dientes débilmente.

—¡Si me protegiste!, Y-yo debería ser quien este en cama, pero, sin embargo, yo me quede callado y ni siquiera me moví

—No te sientas mal —con tu otra mano le acariciaste la cabeza. Con una expresión de asombro miró tu rostro sonriente. Se sintió verdaderamente aliviado al ver que estabas bien.

—Cuando me preguntaste... —comenzó Misono —Que sí estabas equivocada por querer proteger a un amigo... No está mal el querer proteger a alguien

—Gracias, Misono —pensaste que era lindo que tratará de hacer que te sintieras un poco a gusto, respondiendo la pregunta que le hiciste cuando estabas al borde de la muerte.

—La próxima vez, ¡No te pongas en situaciones como esa!, ¡Me preocupas! —soltó Misono y se sonrojo ligeramente. ¿El... estaba preocupado?

—Hay que admitir, que me ha puesto una buena pelea —una mirada determinada estaba grabada en tu rostro, y el niño solo frunció el ceño.

—Lo hiciste bien, pero la próxima vez, voy a protegerte —te dio un rápido beso en la frente.

—Mejórate pronto, vendré a visitarte mañana también —dijo, poniéndose de pie. No querías que se fuera, pero si se quedaba, preocuparía a los niños subclases de su mansión.

—Hasta mañana —sonrió, y te las arreglaste para devolverle la sonrisa.

—No estas equivocada, recuérdalo, (T/N) —dijo antes de salir de la habitación. Sonreíste una vez más, antes de caer en un tranquilo sueño.

"Hasta mañana"

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Pedido de whoisyuu

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No tengo de quien escribir, pero no se sientan obligadas.