One-Shot's Servamp

||Alicein Mikuni||

Al ser la novia del Eve del Servamp de la Envidia —Doubt Doubt— te traía muchas dudas.

No se trataba de ti o de tu relación con Mikuni, sino de la diferencia de edad y el constante riesgo de que las personas se enteraran.

Siendo tu de dieciocho años, y Mikuni siendo de veintitrés años, la diferencia de edad no era demasiado grande, pero era lo suficientemente amplia como para ser objeto de una gran cantidad de personas que están en contra de eso.

A Mikuni no le importaba lo que otras personas pensarán de su relación contigo. Mientras los dos estuviesen felices, eso era todo lo que realmente le importaba.

Pero, como todavía estabas en tu último año de la preparatoria, realmente no podias hacer frente a ser criticada al mismo tiempo que luchabas con tus examenes de ingreso, que fue lo que te trajo en su lugar a tus dudas e inseguridades.

Sabias totalmente que Mikuni no te abandonaria o te traicionaria, pero aun asi no podias evitar sentir esos pequeños rastros de dudas, cada vez que estabas con él, y esto te estaba empezando a carcomer por dentro.

(...)

—¿M-Mikuni? —preguntaste con timidez, asomando la cabeza por la puerta de la Tienda de Antigüedades y mirando a tu alrededor.

—¡(T/N)! —exclamo Mikuni, abriendo mas la puerta para que pudieras ver con totalidad. —¡Entra, entra!

Sonreiste con timidez en agradecimiento antes de entrar en la tienda y abrazandote a ti misma. A pesar de que la tienda era bastante calida, todavia no podias dejar de sentir frio debido a los nervios que se instalaron en tu cuerpo.

—¿Tienes frio? —pregunto el Eve cuando se dio cuenta de que temblabas, y asentiste.

Mikuni sonrio y extendio sus brazos para tomarte. Cuando viste como te daba la bienvenida con los brazos abiertos y lo mucho que se preocupaba por ti, solo te rompiste en llanto, y Mikuni de repente se confundio mucho.

—(T/N), ¿por qué lloras, querida? —te pregunto con simpatía, dando un paso acercandose hacia ti y abrazandote fuertemente.

Abrazaste inmediatamente a Mikuni y comenzaste a llorar en su pecho mientras él te frotaba la espalda de arriba abajo para tranquilizarte.

—Tengo muchas dudas, Mikuni —sollozaste, tu voz era amortiguada por la tela de la camisa de Mikuni pero aun asi te oyo.

Y apesar de que él estaba tan rematadamente confuso, aun asi apoyo su menton en la parte superior de tu cabeza y te hizo callar suavemente.

—Dejame cerrar la tienda y luego podemos hablar, ¿de acuerdo? —dijo, soltandote brevemente para cambiar el cartel frente a la puerta de la tienda a "Cerrado" y cerrando la puerta antes de que él te tomara de la mano y conduciéndote detras del mostrador para que te sentaras en su regazo mientras él se sentaba en la silla del escritorio detrás de él.

Envolviendo sus brazos firmemente alrededor de tu cintura para que no te cayeras, Mikuni acomodo un mechon de tu cabello suelto detras de tu oreja antes de preguntarte que es lo que estaba mal.

—Estoy preocupada por lo que diran las personas si es que alguna vez se enteran de nosotros; no puedo hacer frente a que las personas me juzguen todo el tiempo, ya que necesito centrarme en mis estudios y no quiero que otras personas nos molesten solo porque eres un poco mayor que yo y-

Mikuni se comenzo a reir en voz baja, y lo miraste con confusion por el hecho de que se estaba riendo cuando tu estabas molesta.

—¿Por qué te-

—(T/N), querida, no tenemos que decirle a nadie sobre nuestra relacion si no quieres —aseguro, y te mordiste el interior de tu mejilla. —Siempre y cuando estés feliz, yo igual lo estaré

—Pero, ¿esto no complica tu vida? —preguntaste nerviosamente, apartando la mirada de Mikuni.

Otra risa. —Querida, mi vida en este momento es perfecta. Tengo a la novia más bella que un chico podría pedir, y eso es todo lo que necesito. Y si las personas comienzan a hacer preguntas acerca de por qué siempre vienes aqui todos los dias, solo diles que estas trabajando parcialmente en mi tienda. eso deberia mantenerlos satisfechos, ¿verdad?

Vacilaste un poco, pero asentiste con la cabeza, y Mikuni acarició el costado de tu rostro con su mano, y cuando lo miraste, él no dudo en presionar sus labios con los tuyos suavemente y con amor.

—Te amo —susurró contra tus labios una vez que se separaron, y apoyaste tu frente contra la de él, antes de besar sus labios rápidamente de nuevo.

"Yo también Te Amo"

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Pedido de nunyperez