Capítulo 7

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Le di la espalda y me fui a mi habitación, me duché y bajé a la biblioteca a leer.

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Echaba de menos a mis amigos, Liz y Josh, debería pedirle a la anciana un permiso para poder ir a verlos, pero me inquietaba su respuesta, pues , me había puesto como la niñera de Strange y defraudarla nunca era una opción

Entre la duda y el atrevimiento decidí bajar a desayunar, con el estómago lleno pensaría mejor.

Abrí mi puerta y Strange me esperaba apoyado en la pared

-Hoy no te toca conmigo- le dije

-Buenos dias a ti también, y lo sé, pero pensé que podíamos desayunar juntos

-¿Como sabés cual es mi dormitorio?

- Se lo pregunté a Wong, no me lo dijo y decidí seguirte - puse los ojos en blanco

-Hay algo llamado intimidad ¿lo conoces?

-Podrías enseñármelo- le ignoré y caminé en dirección al comedor

-Siento si te he ofendido, a veces soy muy...

-Pesado, egocéntrico, engreído, sinvergüenza...

-¡Vale! ¡vale! Tampoco hace falta que me lo eches todo en cara

-¿Cuanto tiempo estuviste esperando a que saliera?

-Desde las 8- Eran las 9:30

-No vuelvas a hacerlo

-¿Por qué?

-Me incomoda tener a alguien vigilando mis movimientos, y seguro que tienes cosas más importantes

Desayunamos sin intercambiar palabras y fui en busca de la anciana

Estaba meditando, o algo parecido, no se movía, no sabía si debía interrumpir

-Murph, se qué estas aquí, ¿A que had venido?- dijo sin abrir los ojos

-Yo hecho de menos a mis amigos, y me gustaría tomarme un día de descanso

-Se que te lo mereces y que la causa por la que viniste esta resuelta, tus puntos débiles caba vez son más pequeños, pero nunca debes de dejar de estar alerta, y menos cuando fuera hay alguien asechando- respiró lentamente y el silencio inundo el templo- puedes ir, eres libre después de todo, y agradezco que me comuniques tus pasos

-Gracias

Me fui a mi habitación hice un portal y aparecí en mi casa hogar, dulce hogar

Mi habitación estaba desordenada, como siempre, y decidí intentar algo nuevo, ya que mis habilidades me permitían mover las cosas sin tocarlas. Despues del largo entrenamiento en las artes místicas esto tendría que funcionar.

Empezé a colocar libros, platos y todo lo que se me antojara, despues de unos minutos, mi casa parecía distinta.

Fui rápidamente a mirarme a un espejo, me sentía bien, no estaba mareada pero lo quería comprobar.

No había sangre

*****

Llamé a la puerta de Liz, esperando que no estuviera enfadada. Sabía que estaba en su casa, podía sentirla. Llamé a la puerta y esperé

 Llamé a la puerta y esperé

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Magic Illusion-Doctor StrangeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora