Capítulo 11

1.7K 119 63
                                    

Narra Acuario.

-Uhh.

Abrí los ojos pesadamente, realmente el dolor de cabeza que sentía me estaba matando.

Hermosa resaca

Me senté al borde de la cama tomando mi cabeza. Tallé mis ojos unos pocos segundo y luego comenzé a observar la habitación, era un desorden total. Sábanas tiradas en el suelo, latas de cerveza en la cama, mi pantalón encima del televisor.

-Jhum.

Enseguida voltee a ver un cuerpo cubierto con una de las frasadas.

Oh, baia baia, parece que me divertí anoche.

Tomé mis vaqueros y me los puse, poco después me puse de cuclillas y tomé la frasada que cubría ese cuerpo.

-¡AH!

-¡¿QUE RAYOS?!

Quedé mirando en shock a Escorpio.

-¿Porque carajo me despiertas asi?-Preguntó enfadado.

Esto no puede estar pasando.

-¿Que recuerdas? ¡Dime que recuerdas de anoche!-Grité tomándolo de la camiseta.

-¡Cálmate! ¡ No me toques idiota! -Dijo safandose de mi agarre.-Recuerdo... La fiesta.

Él volteo a ver el alrededor, parecía estar un poco preocupado, a los pocos segundo abrió los ojos como platos.

-¿Que?-Pregunté alarmado.

-Que... ¿Que es eso?

Miré hacia donde apuntaba y casi me desmayo al ver tres condones rotos entre la ropa sucia.

Los dos volteamos a vernos, y enseguida gritamos.

-¡ME VIOLASTE!-Grité.

-MALDITA SEA. ¡YO NO HIZE NADA!

-IDIOTA. PERVERTIDO.

-¡BASTA!-Gritó.-Así no resolveremos nada. No sabemos que fue lo que pasó.

Intenté calmarme, tenía razón, no sabíamos que había pasado, pero el hecho de no recordar nada me ponía nervioso.

-Vamos con los demás-Argumenté-Tal vez sepan algo.

Me puse mi camiseta y cuando estuve apunto de salir Escorpio me tomó del brazo.

-No... No hay que comentar nada de esto.

Asentí y enseguida salí de la habitación.

Aún me dolía la cabeza, asi que antes de hacer cualquier investigar fui hasta el baño para buscar el botiquín.
Bajé las escaleras como pude, sosteniendome del barandal para no caer.

-Buen día bello durmiente.-Dijo Tauro sonriendo y con un café en mano.

-Buenas.-Contesté sin ganas.

Seguí caminando hasta llegar al baño, entré, busqué mi pastilla y estaba apunto de retirarme, pero un pequeño quejido había llamado mi atención, este, venía desde la ducha. Me acerqué sin hacer ruido y corrí la cortina de baño muy despacio. En la bañera estaba...

-¿Capricornio?

Capricornio estaba desperramado en la ducha, despeinado, sin cinturón, con la camisa desabotonada y con la braga abierta. Miré un poco mas detalladamente y noté unos pies de mujer al lado de la cara de Capri. Me asomé y pude ver una cabellera despeinada y rubia. Me atreví a mover todo el pelo que cubría su rostro y enseguida me arrepentí de haberlo hecho.

La Vida De Los Signos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora