Dos

2.3K 220 37
                                    

Adrien jadeo ante los mojados besos de Marino, su lengua era prisionera en su boca, deseaba usarla, pero...

No uses tu lengua.

Marino se lo prohibió. Sus mejillas estaban calientes, Marino le tenia de la mejilla y el brazo, poniendo inmóvil contra el alto azabache. La sensación era increíble. estaban en casa del Dupain, ahí nadie los molestaría. El rubio mostró decepción y leve molestia en cuanto Marino se separo de él.

—¿Por qué esa cara, Gatito?.—Marino vio divertido como Adrien se sonrojo.

—N-No es nada...

Marino río enternecido. Adrien quería más.

El rubio suspiro, tenia una rara sensación. Tenía calor, pero Marino ya se había separado de el, entonces, ¿Por qué?.

—Creo que deberías arreglar eso.—Menciono el azabache apuntando el punto dulce del rubio. Este se sonrojo cubriéndose.—Es adorable como unos besos te ponen así.

Aunque también era irónico que Marino lo dijera, este con verlo quedaba caliente.

—Y-Yo...—Adrien sonrojado abrazo una de la almohadas de Marino.—¿Como hago qué se vaya?.

—¿Qué?.—Marino desvío su mirada hacia el sonrojado rubio quien intentaba no verlo.

—Jamas se había... Puesto así... No se que hacer.

El azabache se congelo. De verdad... ¿Era humano ese chico?.

—Seras idiota...—Marino suspiro tirándolo a la cama con él encima.—Y yo que quería ir lento... Eres muy bueno seduciendome, gatito.

—¿G-Gatito?.—Hace un tiempo que tenia esa duda el inocente rubio.

—Te queda muy bien, un gato lindo e ingenuo, adorable que necesita de mucho amor...

—A-Ah...—Marino acaricio a Adrien. Este jadeo. El azabache apreciaba su rostro, era una verdadera obra de arte, su piel sonrojada era tan bella...—M-Marino...

El nombrado sonrió al ver como dominaba al rubio. Con su mano libre dejó las muñecas de Adrien. Este no se movería de todos modos. Con su mano ya libre desabotonó la camisa blanca del rubio. Teniendo el pecho de Adrien a la vista sonrió pasando su lengua.

—¡A-Ah...!

—¿Qué sucede, gatito?.—El azabache lamió con delicadeza los pezones del rubio, este seguía sin aguantar los gemidos nada bajos.—¿Tanto te gusta...?.

Detuvo las caricias en el miembro de Adrien al verlo lo suficientemente erecto.

—Perfecto.—El azabache sonrió acercándose a aquella zona. Adrien enrojeció aún más al ver lo que Marino haría.

—¡M-Marino!, ¡E-Ese lugar...!.—Fue callado por la intensa mirada azul del chico.

—¿No quieres?.—Cuestiono, sonrió al ver que el rubio no respondía, era tan tierno. Con su lengua tocó la punta.—De verdad... ¿No quieres que mi boca lo toque?.

—A-Ah...—Adrien se nublo, no logro decir más, Marino sonrió satisfecho succionando aquel miembro.—A-Agh...—Adrien cubrió su boca, callando sus sonoros gemidos, aquello que Marino le hacia...

"¿Por que se siente tan bien?, ¿Por qué no quiero que se detenga?."

Esas preguntas llegaron a Adrien. El pobre estaba confuso, ignorante de todo el tema.

Inocente en cortas palabras.

Un alto y sonoro gemido soltó el rubio al llegar en la boca de Marino. El azabache se levantó con una sonrisa. El sabor le había fascinado. Mientras, Adrien respiraba con dificultad, su pecho subía y bajaba, estaba sonrojado y avergonzado.

—¿Gatito?.

—M-Marino...—Adrien recobrando la conciencia lo miro, había entrado en un trance al parecer.—Y-Yo... ¡G-Gracias!.

—¿Gracias?.

—M-Me ayudaste con, "eso".—Hablo sonrojado, notando un raro liquido en Marino.—T-Tu rostro...

El azabache paso su dedo quitando lo poco de semen que no trago. Una sonrisa mostró.

—Esto... ¿Quieres?.

—¡N-No!, se ve asqueroso.—Hablo, Marino río, saco su lengua lamiendo su pulgar con aquel, para Adrien, desconocido líquido.

El azabache sin perder tiempo beso a Adrien. Este fue tomado por sorpresa por lo que sin evitarlo su boca se abrió dejando paso a Marino. Todo aquello se mezclo. Un sabor raro tuvo Adrien. Su mente se nublo nuevamente y así estuvieron por unos minutos...

—M-Marino, y-ya debo irme.—Menciono el rubio secando su cabello. Había tomado un baño luego de la "ayuda" de Marino.

—Claro, te acompañó.

—¡N-No es necesario!, o-odiaría molestarte.

—Es divertido que pienses que te pregunte.—Río Marino.—Vamos.

Adrien asintió siguiéndolo. La relación antes compañero y compañero había cambiado bastante en tan solo una semana. Los besos eran diarios, pero las caricias tenían reglas. Pues... Ese día era el primero donde llegaban tan lejos.

Adrien ansiaba saber más. Y Marino con gusto le enseñaría.

—★—

Marino suspiro al oírla.

—No me aprovecho.

—Adrien es muy ingenuo, no sabe de aquellos temas, y lo sabes Marino.—Lo regaño aquella pelirroja.

—El me lo pidió, y si te lo digo es porque confió en ti.—Soltó tajante Marino. La chica suspiro.—¿No estarás celosa?.

—¡M-Marino!, ¡C-Claro que no!.

Marino sonrió al ver como la chica se volvía del color de su cabello. Este suspiro levantándose de su asiento para ir donde la chica.

—Si quieres el mismo trato que Adrien dilo, solo le enseño, ¿También quieres?.

—Seria diferente conmigo.—Suspiro Tikki siendo tomada del mentón por Marino.

—¿Por qué...?.—Cuestiono besando los delgados labio de la pelirroja. Un jadeante beso los hizo separarse. Esta cubrió su rostro sonrojada.

—Porque tu amas a Adrien.

—No confundas el amor con el deseo, Tikki.

—Eso debería decirlo yo.—La chica lo sabia, Marino no lo notaba aún, pero ya lo vería.—Saldrán lastimados... Uno de los dos, o ambos...

—El sexo, es sexo.—Soltó Marino tajante recostándose en su cama.

—Marino...

Tikki suspiro acostándose a su lado. ¿Cuando Marino se volvió así de frío hacia el amor?.

—[…]—

Aquí otro cap :3

Espero con esto mejorar mi lemon >:/

Chao

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 05, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Innocence. [Adrianette] [Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora