El video confidencial

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Titus Trollenberg se montó al helicóptero que le esperaba en el pequeño helipuerto de El Casillero

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Titus Trollenberg se montó al helicóptero que le esperaba en el pequeño helipuerto de El Casillero. El vehículo estaba encendido. El cabello y la bata del científico se sacudían por el viento de los rotores prendidos. Un menudo hombrecillo japonés le detuvo antes de que cerrara la puerta del aparato.

—¿Qué le diré a la doctora Lindsey? —gritó el asiático sobre el sonido de la máquina.

—Dígale que volveré.

—Pero mañana un equipo de inversionistas vendrá a ver cómo se reproducen las criaturas...creí que usted era el más capacitado para...

—Lindsey puede sola —interrumpió Titus.

Dicho esto, cerró la puerta con fuerza y se acomodó en su asiento para colocarse sus audífonos y asentir al piloto. El helicóptero tomó altura con velocidad, el interior se sacudía violentamente, una tormenta tropical azotaba el área con ganas de convertirse en un huracán. Relámpagos hacían brillar las negras nubes.

Titus tomó la pequeña laptop Apple que se encontraba debajo de su asiento y la abrió sobre sus piernas. Accedió a su correo esperando que Peter Weyland hubiese respondido su mensaje. Para su buena suerte, acababa de recibir un mensaje de Weyland con un archivo adjunto.

El texto rezaba: TIENES RAZÓN, TITUS. AQUÍ ESTÁ EL VÍDEO DE SEGURIDAD QUE QUERÍAS.

Trollenberg no pudo evitar sonreír. De las tres compañías para las que había trabajado, Industrias Weyland era la mejor. Las otras dos, Cyberdyne y Borgia International, simplemente ya no existían.

Dio clic al vídeo para reproducirlo, y conectó al audio a sus auriculares de forma inalámbrica.

La pantalla se tornó negra y una palabra apareció en el centro con mayúsculas: Confidencial. Evidencia de Gunnison, 2004. Permiso de misión de Gral. Phillips.

En él se veía a un grupo de soldados caminando de noche por un bosque en Colorado hace más de una década. Se oían múltiples voces y los pasos sobre el pasto. En la parte inferior derecha aparecía el año en que se filmó: 2004. Todo era grabado desde alguna cámara de visión nocturna ubicada en el casco de uno de los militares.

—Capitán Simpson —dijo el camarógrafo—, nos estamos alejando de la zona cero.

Un pelirrojo con uniforme negro de seguridad nacional asintió mirando a la cámara.

—El objetivo fue ubicado cerca de esta área, teniente Murphy —replicó el capitán—. Debemos movernos con cautela.

El equipo continuó desplazándose a través del espeso bosque. El grupo en que iba el camarográfo se dirigió a la izquierda lentamente, haciendo poco ruido, mientras el pelirrojo subía a un todoterreno estacionado cerca, el auto llevaba una ametralladora AK-47 montada en el techo. Los militares que avanzaron a pie. El tal Murphy caminaba con paso cauteloso, por lo que la cámara no se sacudía. Alguien dio una señal al vehículo, y este continuó avanzando a baja velocidad, con las luces apagadas. A poca distancia, un animal se movía silenciosamente por el suelo. Cuando le apuntaron con las miras láser, el mamífero soltó un leve rugido y asomó su cabeza de entre los arbustos, era un pequeño zorro cuyas crías acababan de salir de entre la vegetación, todos mirando extrañados a los humanos. Se notaban nerviosos.

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⏰ Última actualización: Feb 01, 2021 ⏰

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