Carbonara

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- Anubis – me llamó Frigg entrando en el casino y acercándose a mi

- Frigg, ¿ya estás mejor? – le pregunté acercándose un taburete para que se sentara

- Sí, gracias. De verdad, muchas gracias por prestarme tu habitación – me dijo devolviéndome la llave

- De nada. Ha sido un placer –

Ella sonrió. Odín tenía razón, era una mujer preciosa. Toda una belleza nórdica.

- Loki, ponme lo mismo que está bebiendo él, por favor –

- Cuidado que está fuerte – le advirtió el dios llenándole una copa

Oímos un gruñido desde detrás de la barra y nos alzamos por encima de ella para ver a Fenrir, el perro de Loki, sobando y con la cabeza apoyada en los pies de su amo.

La situación resultaba graciosa, sobre todo por la cara de resignación de mi amigo, que parecía resignado ante la actitud de su amigo peludo.

Frigg bebió de la copa y sus mofletes enrojecieron un poco.

- Guau, sí que está fuerte – rió ella a carcajadas.

- Te lo dije – rio Loki – Es una mezcla especial que prepara Jasmin, es como lava ardiente cuando te baja por la garganta.

- Ya lo veo ya –

- ¿Estás bien? – pregunté

- Perfectamente, cuando se pasa un poco hasta está bueno, tiene un regusto a vainilla al final – dijo ella, terminándose la copa de un trago – Bueno, Anubis. ¿Te apetecería comer conmigo hoy? Para darte las gracias por ayudarme –

- Pues, me encantaría la verdad. Será un placer – contesté

- Genial, pues luego ve a buscarme al restaurante – sonrió ella bajándose del taburete – Hasta luego chicos. Mis felicitaciones al creador de esa bomba –

Frigg se marchó un poco tambaleante.

- Vaya, parece a que a la diosa le has gustado – se burló Loki

- Déjate de tonterías. Solo es una comida –

- Por eso, espérate que el postre no sea otra cosa –

- Tío, a veces me das asco – me reí - ¿Necesitas algo?

- Que va, estoy bien, por ahora. Si necesito algo, te doy un toque –

Me despedí y salí del casino y busca de alguien que diera algo para hacer hasta mi reunión con Frigg, de modo que fui a buscar a Hestia o alguna de sus vestales para hablar con alguien que se encargara de limpiar mi habitación.

Busqué en el hotel, a ver si por un casual me encontraba con alguna pero no hubo suerte, con el que sí me encontré fue con Thot que andaba un poco perdido.

- Oye, ¿has visto a Atenea? La estoy buscando y no la encuentro por ninguna parte – me preguntó un poco desesperado, poniéndose bien las que llevaba un poco torcidas.

- Que va, tío. Pregúntale a Neit, igual está con ella – le contesté

- Vale gracias – dijo largándose a toda prisa

Seguí con mi búsqueda y al poco me encontré de frente con Hestia que venía hablando con Freya. Me esperé un poco hasta que se despidieron y me acerqué a la diosa.

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⏰ Última actualización: Dec 31, 2016 ⏰

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Mytho*s (Un casino digno de los dioses)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora