"Volvemos al principio"

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Toda la población esta consternada con lo que habían observado.
Policías y una ambulancia llegaban a ese lugar, ayudaban a todas las personas que estaban en shock.

"¿Por qué Chat Noir hizo eso?"

"¿Ya no volveremos a verlo?"

"¿Qué va a pasar con Ladybug?"

"¿Hawk Moth ganó?"

Esas preguntas se hacían toda la población , tal vez ya no habría esperanzas.

Los padres de Marinette tuvieron que ir al hospital, tenían que ver como estaba su hija. Pero al mismo tiempo se enteraron del gran secreto que guardaba, ¡¿Qué forma de enterarse que su hija es Ladybug?!

- ¿Pero porqué no nos dijo?
- Tom, ella tenía que guardarlo.
- Lo sé, pero ella no confió en nosotros, que somos sus padres.
- Ahora solo hay que ver como esta. Espero que no este grave.
- De repente solo se desmayo, no creo que sea grave.

Pero ellos estaban muy equivocados, ella estaba en coma.
Había perdido demasiada sangre.

Cuando llegaron al hospital, los médicos les dijeron toda la verdad, que su hija estaba muy grave.

Estaban desconsolados cuando vieron a su hija, ella estaba conectada a muchos cables.

La vara no atravesó ningún órgano vital.

- Buenos días señora y señor Dupain- Cheng. ¿Cómo esta Marinette?- La voz de Adrien era muy triste y estaba llorando, no quería perder a otra persona tan importante para él.

Por fin pudo creerlo. Fue un idiota, eso sí era cierto. Hawk Moth era capaz de hacer todas esas atrocidades.

Era tan duro verla allí, era culpa de él, todo era su culpa. Pero no podía decir la verdad, ¿Lo perdonaría? Estaba bajo la influencia de Hawk Moth pero aún así lo logró, se liberó en el último momento.

¿Cuando despertaría? No lo sabía, pero esperaba que pronto. ¿Y si lo mejor es alejarse? Esa idea era una buena opción, pero la quería tanto que no quería separarse. ¿Sería lo mejor? Tal vez, no lo sabía.

Pasaron varias semanas y no despertaba, ¿Acaso nunca iba a abrir esos hermosos ojos azules? ¿Ya no los volvería a ver?, ¿Ya no se fijaría en esa hermosa sonrisa que alegraba sus días?.

Estaba dormido cuando siente que alguien entra en la habitación.

Es un chico alto, rubio y ojos esmeraldas solo que más pálido.

– Félix, ¿Qué haces aquí?
– Primito, vine a ver a ella.

Estaba muy confundido, ¿Desde cuándo se conocían?

– Tú... ¿La conoces?
– Pues sí, somos amigos.

"Amigos" Esa palabra lo aliviaba todo, ya no era tan confuso.

– Bueno...
– Tranquilo, solo venía a ver como estaba.

Luego de unas horas, Félix se retiró.

Por fin él se enteró quien era esa grandiosa chica detrás de esa máscara, la amaría más que nunca. La forma por la cual se enteró no fue la más correcta, pero, pudo por fin saberlo.

Agarró su mano y le dio un beso, un cálido beso. Su piel era muy suave con el contacto con los labios del rubio.

La siguió agarrando, entrelazo sus dedos con los de ella y le dio otro beso, pero ahora en las mejillas de la azabache.

Sintió un leve, pero muy leve apretón por parte de la chica. Se asustó y se aparto un poco. Otro apretón.

¿Sería bueno llamar a los doctores? No quería perderse de nada, de repente abría los ojos.

Vio como los párpados de la chica se abrían lentamente, dejando ver esos hermosos ojos azules con un leve brillo.

– ¿Dón... dónde estoy?
– ¡Despertaste!– El ojiverde derramaba pequeñas lágrimas.

Se levantó y se fue a llamar a los doctores.

Ella veía todo su alrededor, ¿Cómo llego allí?, usaba una bata blanca, estaba conectada a varios cables. Su pecho le dolía, estaba vendado y su cabeza también.

– Señorita Dupain, que bueno que despertó – Habló un hombre alto, con lentes y una ligera barba– Vamos a realizarle algunos exámenes.
– ¿Señorita Dupain? ¿Yo me llamó así?
– Sí, por supuesto. ¿Acaso no se ...? Rayos– Murmuró el doctor.
– ¿Qué sucede?– Dijo el rubio.
– Podríamos estar delante de una caso de pérdida de memoria.
– ¿No recuerda nada?
– Aún no lo sé, pero espero que no sea grave.

– ¡Hija! ¡Despertaste!

Un hombre alto acompañado con una señora de igual color de cabello como el de  Marinette entraron en el cuarto.

Ella estaba confundida, ¿Quiénes eran ellos?, ¿Serán mis padres? Se preguntaba. ¿Por qué no recuerdo nada?.

– ¿Por... Por qué no recuerdo nada? – Tartamudeó.
– El golpe que te diste contra el pavimento debe ser la causa de todo.

Observó toda la habitación, allí estaban sus "supuestos" padres, el doctor y un chico, al cual no se había dado cuenta de su presencia.

– ¿Quién eres?– Se dirigió al rubio.

Este le dedicó una sonrisa dulce, ella se sentía levemente cómoda y a la vez incómoda. ¿Quién era este chico?

– Me llamo Adrien. ¿No me recuerdas?
– N...
– Debemos dejar que descanse, mañana le haré unos exámenes– La interrumpió.
– Esta bien.
– Pero yo...
– Descansa, Mari.

Y los cuatro de la habitación se retiraron de esa habitación.

Ella deseaba recordar, ¿Quién era ese lindo chico?, ¿Qué había sucedido para que no pueda recordar nada?

Comenzó a verse las manos, el cabello y su cuerpo, este último estaba cubierto por una de esas batas blancas de hospital.

Habían muchas flores a su alrededor, algunas ya marchitándose. ¿Cuánto había pasado allí? Esperaba que poco, no quería perderse de lo que sucedía.

De repente escuchó un ruido de que algo se caía en el asiento al lado de su cama. Se asustó un poco, pero se tranquilizó. Sintió algo removerse en un bolso rosa que estaba en la silla.

Iba a llamar a alguien pero una voz la petrificó.

– Hola Marinette.
– ¡Un bicho me habla!– Un ser rojo estaba en frente de ella.
– Volvemos al principio– Murmuró.

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⏰ Última actualización: Jan 29, 2017 ⏰

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