Capítulo 5: Shadows Of The Night

471 41 6
                                    

― Eli ¿ya estás? ― pregunté por enésima vez golpeando dos veces la puerta del baño ― Dylan y John están bajo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

― Eli ¿ya estás? ― pregunté por enésima vez golpeando dos veces la puerta del baño ― Dylan y John están bajo.

― Sí, ya salgo, espera ― Tras unos minutos salió del baño totalmente emperifollada. Llevaba el pelo liso recién planchado, los ojos muy remarcados con el perfilador y unas grandes pestañas que le favorecían. Sus labios eran rojo intenso a juego con el vestido estrecho y ceñido con un encaje muy sofisticado en su espalda y sus hombros y unos tacones dorados que iban a juego con el bolso.

― Madre mía Eli... ― mi cara me delataba, estaba estupenda.

― ¿Qué? Si fueses hetero me dabas ¿no? ― preguntó bromeando.

― Ya lo creo ― dije dirigiéndome a la escalera.

― Ven, dame la mano y ayúdame a bajar las escaleras si no quieres que acabemos en urgencias antes de beber la primera copa. ― Bromeaba sujetando mi mano con fuerza mientras bajaba dando torpes taconazos.

En el recibidor estaban Dylan y John, también bastante elegantes, ambos con camisas de manga corta muy ceñidas. John llevaba un pantalón largo marrón con una camisa azul claro y unas deportivas blancas clásicas pero poco informales, Dylan tenía pantalón turquesa corto con una camisa y unas bambas blancas con el logotipo de Vans claramente visible. Estábamos esperando a Eli para salir a cenar. Una vez que nos saludamos, elogiamos nuestros atuendos y nos despedimos de los padres de Eli nos dispusimos a encontrar con paciencia el restaurante en el que habíamos reservado para cenar.

Era un restaurante italiano sofisticado y sorprendentemente económico. Estaba ubicado en un jardín precioso situado al lado del puerto, pero el interior era más elegante aún. Los pilares estaban decorados con enredaderas que cruzaban todo el techo hasta llegar al suelo, los asientos y mesas eran rústicos aunque cómodos y confortables y los grandes ventanales y puertas daban vistas hacia un precioso jardín con la brisa marina soplando suavemente. Las lámparas eran arañas que colgaban regiamente del techo. Nos dirigimos a la terraza, donde se encontraba nuestra reserva. Un patio exterior que daba al paseo marítimo con un paisaje espléndido donde la luz de la luna se reflejaba inmaculadamente en el mar en calma, los barcos flotaban inmóviles bajo el fulgor de la noche y el jardín se movía al son del suave viento. Parecía una noche perfecta con una escena irreal y típica de las películas.

El camarero nos atendió muy rápidamente y comenzamos a cenar pronto mientras hablábamos de temas triviales para romper el hielo después de siglos sin vernos.

― ¿Qué tal os va la uni? ― preguntó John tratando de aportar algún tema que tratar. La situación se estaba volviendo más tensa de lo que pensábamos ― hace más de un año que no nos vemos.

― Y porque se me ha ocurrido a mí organizar esta cena, bonito ― dijo Eli bruscamente ― si no ni os molestáis en mover un dedo para quedar y vernos.

― Nosotros también estamos ocupados ― dijo Dylan riendo ― puede que no con estudios, pero igualmente tampoco nos sobra el tiempo.

― ¿Aún sigues con lo de la empresa de tu padre? ― preguntó Eli con curiosidad, Dylan asintió mientras bebía un sorbo de vino.

REMEMBERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora