Base dos.
¿Recuerdas?
¡Oh si! Sé que si.
Cuando los inviernos era fríos y los veranos en verdad calurosos.Claro que recuerdas, cuando octubre parecía odiar el follaje de los árboles y las brisas eran cálidas, no calientes y no heladas, perfectas.
¡Oh octubre! Tan perfecto que dueles.
Y era viernes por la tarde, la esfera rojiza gigante se resistía a caer, y tu andabas en bicicleta, caíste tantas veces.
Entonces, ¿Qué era mentir? No, no existía tal cosa, porque tus ojos eran claros, tan claros que no podían ser corrompidos.
Noches encerrado mirando tras la ventana, y parecía que cada estrella tenía un parlamento para decir, entonces ¿Qué era un problema?
Y Júpiter se enamoró de Marte, ¿Recuerdas? Tras la lente fuiste el único espectador de tal romance, tú y ese octubre que se estaba alejando y prometía no volver jamás, apuesto a que jamás creíste extrañarle algún día.
Octubre, ¿Por qué tuviste que acabar?
Entonces llegó noviembre, y lo entiendo, no fue igual. Algo faltaba, ¿Qué faltaría?
Era sábado o domingo, no era tan claro como antes, porque antes el lunes era anaranjado y se reconocía, y el martes era azul, imposible confundirse. Pero esa vez no era así, el sábado se confundía con el domingo, y al despertar y mirar tu reflejo en el espejo algo se rompió.
¡Oh Noviembre! Parece que ese no fue tu año.
El invierno comenzaba a despuntar, y las sudaderas ya no eran suficientes, tampoco era suficiente mirar tras la ventana, pues ya no habían estrellas parlantes. Creo también que por aquellos días Júpiter renunció a Marte. Y bueno, tú olvidaste el telescopio, ese que era tu favorito a los seis, cuando las lámparas eran amarillas y toscas.
¿Qué decir? Ningún Octubre te dio tantas carcajadas como aquel en que el firmamento tenía los mejores amigos.
Y ese Diciembre pesó más que cualquiera, no estabas ansioso por navidad, creo que no estabas ansioso por nada.
Otra vez, Noviembre te colocó frente al espejo, ahí lo entendiste, algo había pasado con tu rostro, en tu cuerpo, todo tú era distinto, tu expresión era distinta, habías crecido, y nunca te detuviste a analizarlo. Cobraron sentido muchas cosas.
Recuerdo que miraste con nostalgia y pesar aquella fotografía donde tenías el casco de seguridad para andar en bicicleta, estabas sonriendo, y la pregunta nació sola ¿Cuándo dejaste de hacerlo?

ESTÁS LEYENDO
Nada Personal, Sólo Palabras.
RandomMi mejor manera de perder el tiempo. Cosas sin sentido que salen y ya, personas irreales, momentos y tiempos irreales. Los finales que siempre esperé. Pequeñas "notas" o "historias cortas" que por lo regular llevan más de 100 palabras pero menos de...