XXXVIII. CAPÍTULO.- ¿FELICIDAD?

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PoV Minho

Ahí estaba yo acostado junto a la mujer que amo mirando el cielo, las escasas estrellas. Ella estaba hermosa, con su ropa casual. El mejor adorno que ella tiene es su sonrisa, siempre tan cálida, tan niña.

Estábamos conversando de todo. De pronto ella calló, bajé mi mirada hasta su rostro y ella dormía apacible; la levanté en mis brazos y la recosté en mi cama. Ahí me quedé contemplándola, guardando su sueño; pronto caí dormido también.

PoV Eliza.

Desperté temprano en la mañana, Minho se había quedado dormido al parecer después de mí, pues ambos estábamos en la cama, Minho es adorable mientras duerme, siempre tiene esa sonrisa tan bien dibujada, y yo en el lugar más cómodo junto a él y su brazo enrollado en mi cintura.

Muchas personas creen que el amor es pasión, sexo y sentimientos, muchos creen que el sexo es necesario para "mantener la llama encendida" dicen. Pero yo pienso diferente, Minho me ha demostrado lo que es el verdadero amor, un cariño sincero y profundo. Una vez Lucas mi amigo me dijo.

Flash back

Lucas fue a mi casa hoy temprano, dijo que quería pasar conmigo todo el día y ahí estábamos. Camino quien sabe a dónde.

- Lucas, me vas a decir a ¿dónde vamos? Pregunté aburrida.

- Tú solo sígueme, prometo que este día no lo olvidarás nunca. Respondió divertido.

- Solo espero que valga la pena.

- Ya lo verás.

Cuando por fin llegamos a nuestro destino, me sorprendí un poco, estábamos en una hacienda a las afueras de la cuidad. Para ser sincera no soy fanática del campo, en especial porque ahí siempre hay muchos insectos.

- Y bien ¿qué te parece? Pregunto inhalando profundo.

- Es lindo. Dije intentando sonar alegre.

- Jajaja, no tienes que fingir sé muy bien que no te gusta estar rodeada de naturaleza. Dio burlón.

- Y entonces ¿por qué me trajiste aquí?

- Pues porque aquí hay varias actividades que sé que te gustaran.

- ¿por ejemplo? Pregunté.

- Hay caballos, dijiste que querías montar a caballo. Comentó despreocupado

- Bien un punto a tu favor, que más. Cuestioné.

- También se puede pescar.

- Está bien. ¿Alguna otra cosa?

- Pues también hay senderismo y un spa. Habló dudoso.

- Bien, ya que me estás invitando lo disfrutaré.

- Genial. Exclamó complacido.

Empezamos las actividades pescando, Lucas dijo que en la hacienda preparaban lo que pescabas. Así que...

- Jajaja, te gané, mi pez es más grande que el tuyo. Pronunció burlándose.

- Ya cállate Lucas. Dije molesta. Habíamos apostado los masajes a quien pescara el pez más grande. – solo tuviste suerte.

- ¿Por qué nunca admites tu derrota?

- Porque no me gusta decir que perdí.

- Puedo pedir los masajes que yo quiera cierto.

MI PRIMER Y ÚLTIMO AMOR (CHOI MINHO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora