Narra la historia de una joven común y corriente que decide emprender un viaje hacia su sueño; el sueño de conocer al único chico que ha amado, sin embargo su sueño se cumple y su realidad se convierte en una novela. ¿Será capaz Eliza de sobrellevar...
La verdad era aburrido estar en el hospital. No tenía noticias de SHINee y al parecer Minho no era muy divertido o estaba muy cansado. Habían pasado ya tres días desde la última vez que vinieron a visitarme.
Estaba pensando en todo esto cuando entró el doctor, Minho estaba de espaldas a mí en un sillón de la habitación. El doctor me hizo una señal de silencio.
Doc.: al parecer los ídolos también son humanos.
Yo: ¿qué? pregunté susurrando.
Doc.: él está dormido, ¿no lo sabías?
Yo: no lo sabía, pensé que me estaba ignorando. Dije apenada por pensar que era un aburrido, después de todo él era el que menos dormía y había estado cuidándome todo este tiempo.
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Doc.: creo que estas en perfectas condiciones, ya puedes ser dada de alta, aun así debes cuidar tu cuerpo, te recupérate rápido porque aun eres joven pero no debes abusar de tu juventud.
Yo: ¿enserio? ¿Ya estoy libre? Dije casi gritando de la emoción lo que provocó que Minho se despertara.
Doc.: bueno si el hospital es tu jaula, pues supongo que eres libre ahora.
Minho: ¿ya puede irse? ¿Ella está bien ahora? Preguntó todavía adormilado y haciendo una reverencia al final.
Doc.: claro, la revisé muy bien y ella está perfectamente recuperada, aún tiene que sanar su brazo, y algunos moretones deben desaparecer pero ya no es necesario que permanezca en el hospital.
Minho: muchas gracias doctor, de verdad se lo agradecemos. Dijo esto haciendo una gran reverencia.
Yo: muchas gracias. También haciendo una pequeña reverencia.
Minho llamó al resto de los chicos para avisarles de mi alta.
- Ellos van a reunirnos con nosotros en la casa esta noche. ¿Quieres ir a algún lugar?
- ¿eso estaría bien? No hay muchos lugares a los que podamos ir. Respondí triste, de verdad quería salir con él, pero no podía simplemente pasear por las calles de Seoúl.
- Entonces déjame llevarte a un lugar especial. Dijo muy entusiasmado.
- ¿A dónde vamos?
- A mi casa, bueno la casa de mis padres.
- ¿qué? ¿Quieres que vaya a conocer a tu familia en este estado? ¿Estás loco?
- Ellos no llagaran a casa hasta la noche así que no tienes de que preocuparte, vamos ya.
- Pero...
Él no me dejo terminar de hablar, me dejo con las enfermeras para que pudiera cambiar mi ropa. Terminé de cambiarme y salí del cuarto.
