Baile de Navidad

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Una chica rubia apareció en la sala de la Malfoy Mannor sosteniendo un libro en la mano derecha (que había servido como Traslador) y dejando caer el enorme y pesado baúl que llevaba en su otra mano.

-¡Hija! -casi de inmediato Narcissa se lanzó a abrazarla.

-Oh, madre -suspiró la joven rubia -no los veo desde la Copa de Quidditch -se sentía bien estar de nuevo en los brazos de mamá. Lo mejor es que sus vacaciones de invierno serían largas y podría pasar mucho tiempo en familia.

-¿Y a mi no me vas a saludar? -la chica se giró de inmediato hacia las escaleras al oír la voz de su padre. Corrió hacia él y Lucius Malfoy la recibió con un caluroso abrazo.

-Los extrañé tanto -dijo Alyssa aún en el abrazo-, ¿y mi abuelo? -preguntó entusiasmada, sabía que él estaba en la mansión.

Ambos adultos compartieron una mirada de preocupación, antes de que Malfoy padre se dirigiera a su hija.

-En la habitación de huéspedes, la primera -indicó- esta algo... enfermo -mencionó con sutileza. Aún así, las palabras borraron todo rastro de felicidad de la cara de la rubia, quién salió disparada hacia el cuarto mencionado.

-¡Abuelo! -gritó entrando al cuarto y se tiró a la cama a abrazarlo con fuerzas. Ignoró por completo los saludos de la elfina que estaba en la habitación y prosiguió a dejar un beso en la frente del anciano.

-Querida, me alegro tanto de verte -por más que el hombre intentó sonar fuerte, su voz fue solo un ronco susurro.

-¿Por qué no me dijiste que estabas enfermo? -la chica sentía lágrimas picar en sus ojos, su abuelo jamás se había enfermado.

-No quería que...-su propia tos interrumpió al anciano -te preocuparas -concluyó.

-Pero...

-Estoy bien -interrumpió el anciano - se irá en unos días -la joven intentó creerle.

Con mucha insistencia del abuelo, ella le contó sobre su casi perfecto año, solo arruinado por la falta de su mejor amigo, que ahora era uno de los cuatro campeones en el Torneo de los Tres Magos.

-Y bueno, ¿cuándo te vas a Hogwarts? -la chica lo miró extrañada, ¿irse?

-¿Por qué me iría?

-Es tradición realizar un baile de navidad durante el Torneo de los tres Magos. ¿A caso piensas perdértelo?

-¿Crees que voy a irme de aquí por un tonto baile cuando tu estás enfermo?—dijo con dulzura, acariciándole el poco cabello que le quedaba. Alyssa no pudo evitar sonreír al notar que, entre las canas de su abuelo, aún quedaba un poco del que había sido su distintivo cabello rojizo.

-La que es tonta es mi enfermedad y tú lo serás también si no asistes al baile, es una gran experiencia -le reprendió el anciano con dulzura-. Además, faltan dos semanas para ello, podemos pasar ese tiempo juntos, tú verás como me recupero y así puedes ir tranquila a disfrutar tu baile.

-Pero el profesor Karkaroff pedirá que me quede hasta el fin de las vacaciones, y yo quiero pasar estos dos meses contigo. -respondió su nieta.

-Bueno, ya nos inventaremos algo para que regreses a casa pronto, no te preocupes cariño. Pero eso sí, no voy a permitir que te pierdas ese baile. -Al oír a su abuelo tan serio, la chica supo que no tendría opción.

**********

-Quiero que tú y tu hermano se tomen al menos una foto. Quiero un recuerdo de mis guapos hijos en su primer baile -dijo su madre, mientras Alyssa salía del baño envuelta en una bata y se sentaba en su gran y hermoso tocador.

MoonlightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora